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 Clarín - Economía

¿Apostar al dólar o la inflación?. La brecha del dólar presiona cada vez más

Las recomendaciones de los analistas para tratar de ganarle a la suba de precios en un contexto de dólar calmo.

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La idea de un "dólar barato" cambia las expectativas de los ahorristas para este año.

Luego de un veranito cambiario y con perspectivas de una menor devaluación a la vista (ya anunciada por el ministro Martín Guzmán en medio del año electoral), los ahorristas e inversores minoristas se debaten entre aprovechar el momento de "dólar bajo" para llevar sus ahorros a moneda dura o apostar por el rendimiento extra que pueden dejar los instrumentos en pesos atados a la inflación.

En los dos primeros meses del año la inflación acumuló una suba de 7,8% y, según las proyecciones de las consultoras, estaría cerca de sumar otro 4% en marzo, por lo que a finales del primer trimestre superaría el 11%. Con esto en mente, los instrumentos del mercado atados al CER (el Coeficiente de Estabilización de Referencia, un índice diario elaborado por el Banco Central para medir la evolución de los precios) son la vedette del mercado local desde finales de 2020.

Sin embargo, la noticia de la semana pasada sobre un cambio en la forma de elaborar el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec generó suspicacias en el mercado, por el temor a una nueva intervención en las estadísticas, al estilo de la que se había registrado entre 2007 y 2015.

Así, durante la semana pasada los bonos CER de más corto plazo acumularon caídas de 1,1%, lo que implica un rendimiento real que va desde el negativo -10,6 al 3,1%. Mientras tanto, los de más larga duración cayeron en promedio un 2,4% en la semana, y cotizan con rendimientos del 6% al 10,1% por encima de la inflación.

En este panorama y, pese al temor que un cambio en la composición del índice de precios al consumidor signifique una vuelta atrás en materia de estadísticas públicas, los instrumentos vinculados a la inflación siguen siendo los más recomendados, especialmente para un perfil minorista.

Fuente: GCBA Infografía: Clarín

"Los inversores podrían aprovechar el recorte de precios de los bonos CER de la última semana para posicionarse en uno de los activos más demandados en este 2021. Claro que para buscar una tasa positiva deberán extenderse al menos hasta 2023", dijo Nery Persichini, de GMA Capital. Y sumó: "Los jugadores que, en cambio, sigan con dudas, pero no quieran perderse la posibilidad del devengamiento de tasa que brindan los títulos indexados, podrían optar por los más cortos (para evitar el riesgo precio) pero a costa de no lograr un rendimiento superior a la inflación".

Para aquellos que no se animan al mercado de los bonos, los plazos fijos UVA, atados a la evolución de la inflación, también lucen aún atractivos. "Veo que tenemos un par de meses por delante donde la inflación le va a ganar al deslizamiento del dolar oficial y a la tasa de plazo fijo, a menos que el Banco Central suba algo las tasas", afirmó Federico Furiase, de Eco Go.

El economista aclaró: "Mientras tengamos los dólares de la cosecha el Banco Central puede tener la brecha en estos niveles, con lo cual no veo un buen timing para dolarizarse con bonos dollar linked (atados al dólar) todavía, prefiero estrategias en pesos que ajusten por inflación, como un plazo fijo UVA".

En esta misma línea, Francisco Mattig, de Consultatio, afirmó: "Los bonos CER siguen siendo la principal alternativa, sobre todo a partir de la idea de que la inflación va a ser más difícil de bajar. En este contexto, con el dólar como ancla, dolarizarse vía dollar linked parece para este año poco atractivo. Sin embargo, los bonos dollar linked que vencen en 2022 pueden ser una buena opción, si se apuesta por un salto del tipo de cambio entre noviembre y abril del año que viene".

La brecha del dólar presiona cada vez más 

La inflación mayorista registró un salto fuerte en febrero (6,1%). Se trató de la cifra más alta en todo el gobierno de Alberto Fernández y desde agosto de 2019 (11,2%), cuando se celebraron las PASO.

El número no es alentador. No sólo porque el ministro de Economía, Martín Guzmán se juega a una inflación de 30% para este año sino porque el dato de la inflación mayorista revela un fenómeno más profundo e invisible que acontece en los enrevesados caminos de la economía argentina.

La inflación mayorista de febrero dio 6,1% pero según los datos del Indec, los productos importados aumentaron 7,4%. ¿Cómo puede resultar eso si el dólar subió menos de la mitad? El tipo de cambio mayorista promedio del mes pasado aumentó 3,5% respecto al del año pasado.

Esa respuesta no hace falta buscarla en ningún excel. Simplemente lo que está pasando es que los empresarios que importan con el dólar de $ 90 tienen dudas e incertidumbre (justificadas o no) sobre a qué dólar repondrán la misma mercadería, ¿al de $ 90 o al de $ 150? Y por las dudas remarcan.

¿Dejarán Matías Kulfas y Paula Español a los empresarios reponer los insumos importados? ¿El Banco Central les venderá dólares? ¿En caso que puedan importar pero deban comprar dólares en el mercado financiero: cuál será el precio?

Rudiger Dornbusch, un economista célebre, solía decir que en economía las cosas tardan en suceder pero cuando pasan ocurren más rápido de lo que uno piensa. Y esto que se ve con los precios mayoristas es un ejemplo: ya se están ajustando pero como el dólar oficial va atrás, la olla tiene cada vez más presión.

Mientras Kulfas y Español revisan el excel, Guzmán bajará el ritmo al que aumenta el dólar y se tomó un avión a Washington. “El dólar vencía subiendo al 4% promedio mensual y en unos meses lo veremos al 1,5%”, dice Federico Furiase. “Es clave lo del FMI”. 

Gran parte de los episodios de aceleración inflacionaria desde la salida de la convertibilidad tuvieron su correlato con el aumento del precio del dólar. “Lo que estamos viendo desde el último trimestre del año pasado es que acá suben los precios pese a que no hay salto discreto en el dólar”, dice Luciano Cohan, economista de Seido. “Hay una inflación inercial mayor a la del pasado. La velocidad crucero de la inflación minorista mensual hoy es 3,5%-4%”.

Por último. Los precios de los productos primarios también meten presión al costo local. El crudo por ejemplo aumentó 20% en febrero y los granos enfrentan buenas perspectivas luego del discurso de Jerome Powell este miércoles. Pero lo que es bueno para los dólares que busca Guzmán lo complica para su plan de desinflar la economía con brecha cambiaria. Y también para su tarea de tener que juntar los dólares que el FMI pedirá para cobrar su acreencia de US$ 44.000 millones.