Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.debursa.com.ar/a/3519
 Clarín - Economía

Martín Guzmán: "Cuando el mercado falla, el Estado tiene que intervenir para bajar la inflación". El Gobierno quiere congelar precios y cerrar acuerdos.

El ministro de Economía admite que la inflación ha sido más alta a la esperada y que el Gobierno seguirá interviniendo en los precios si falla la coordinación entre empresarios y sindicatos. El Gobierno quiere congelar precios y cerrar  acuerdos, pero muchas empresas aún no fueron convocada

el-ministro-de-economia-martin___Hfle6g-OL_1256x620__1.jpg

El ministro de economía Martín Guzmán en Paris.

- ¿Cómo le fue en estas negociaciones europeas por Italia, Alemania, Francia y España?

-Llevamos dos negociaciones en paralelo. Por un lado con el Fondo Monetario Internacional para poder obtener un programa que nos permita refinanciar el préstamo de 45 mil millones de dólares. Por otro lado, el Club de Paris. Como parte de esto se requieren alcanzar múltiples niveles de consensos, uno de ellos a nivel internacional por ejemplo los apoyos internacionales de los accionistas del Fondo Monetario Internacional, sobre el programa que Argentina está poniendo sobre la mesa. Por eso el diálogo con quienes más influyen en las decisiones del directorio del FMI, es fundamental en este proceso. Hemos construido más entendimientos y más apoyos. La posición de Alemania, Italia, España y Francia ha sido muy constructiva. Y también nos ha permitido ir avanzando en construir condiciones para poder ordenar el asunto de la deuda del Club de Paris.

- No puede haber renegociaciones con el Club de Paris si no hay acuerdo previo con el FMI. ¿Cómo va a resolver este problema, antes de que Argentina caiga en default con el Club de Paris, que sería en julio?

Lo que estamos planteando es que lo más importante es que el acuerdo con el FMI funcione bien antes de que sea rápido. Por supuesto que, si se alcanza antes, eso permitirá despejar el horizonte financiero más pronto. Se está trabajando para construir esos consensos. Pero puede llevar más tiempo y si así es, nos pondría en la necesidad de poder acordar algo antes con el Club de Paris y de construir un puente de tiempo hasta que se firme con el FMI.

- O sea que hay un acuerdo para una especie de puente si no se llega a uno con el FMI

Se está trabajando en esa línea.

- ¿Usted cree que tiene posibilidades de cerrar con el FMI antes de las elecciones o será después, como creen en Washington?

Si el acuerdo se pudiese alcanzar en mayo, eso por supuesto que sería un resultado valioso. Si no se alcanza en mayo, lo que luego ocurre es que están las elecciones de medio término. Dada la envergadura del debate que se va a estar llevando a cabo, no sería lo más sensato que ese debate se dé en el medio de un proceso de elecciones. Porque todo el foco va a tener que estar puesto en un conjunto de cuestiones , que van a tener consecuencias que van a trascender un período de gobierno. De modo que lo que nosotros vemos es que, o se llega a un acuerdo en mayo o temprano en junio o efectivamente sino tendrá que ser luego de las elecciones. Nosotros lo que hemos planteado desde el Gobierno es un compromiso con dar un debate amplio de cara a la sociedad e involucrando a todo el frente político. Porque lo que buscamos es que la política de estabilización no sea solamente política del Gobierno sino que sea política de Estado. Igual que hicimos con la reestructuración de la deuda con los acreedores privados.

- El FMI va a pedir reformas estructurales y además el famoso artículo IV que Cristina Kirchner no lo acepta. ¿Cómo resolverá ese conflicto usted?

El trabajo con el FMI ha resultado constructivo. Se han ido continuadamente entendimientos mutuos sobre lo que necesita la Argentina. Sobre lo que nosotros proponemos como pilares para estabilizar la economía y ponerla sobre la senda del crecimiento sostenido. En la visita a Washington DC, hace poco más de dos semanas, en su finalización, el staff del FMI publicó un comunicado , listando los principios macroeconómicos sobre los cuales ya hay un acuerdo, que deben constituir la base de un programa. Ese comunicado muestra un apoyo a la visión económica que plantea el gobierno. Un despegue de la visión que dominó las bases de lo que fue el programa stand by del año 2018. Y en ese sentido allí se mencionan de forma implícita un conjunto de cuestiones estructurales, que distan de ser lo que han sido las reformas estructurales clásicas de los programas del FMI. Cuando hoy hablamos de cuestiones estructurales, lo que estamos hablando es de aquello que afecta a cómo la economía se organiza y que entonces tiene influencia en las decisiones de consumo, en las decisiones de ahorro, en las decisiones de inversión. Y las más importantes en ese sentido son: primero, la profundización del desarrollo del mercado de capitales.

- El FMI dice que es difícil negociar con Argentina porque hay internas dentro del Gobierno. Como si usted no tuviera la autoridad para que en el Gobierno aceptaran lo que usted propone. ¿Qué responde a esto?

El FMI no dice eso, una persona lo dijo y que no constituye parte del equipo negociador. Además, ha sido aclarado que esa persona está afuera de lo que es este proceso. El Gobierno tiene una posición unificada al respecto, que es la posición de buscar tranquilizar la economía, seguir en el camino de la reconstrucción de las bases que necesitamos como país para tener una economía que genere trabajo, que agregue valor, que genere divisas que nos den la posibilidad de crecer de forma estable. Y que esto se haga a lo largo de todo el territorio nacional, con una lógica federal y siendo nosotros quienes lo hacemos. Es decir, respetar nuestra soberanía. En ese sentido, estamos todos en la misma línea.

- ¿Por qué decidió irse a Moscú en medio de esta crisis entre Rusia y Estados Unidos?

Era un viaje que ya teníamos contemplado hacerlo, si es que se confirmaban las reuniones a las que estábamos apuntando. Es muy valioso para nosotros por múltiples razones desde el punto de vista económico. En primer lugar, por el hecho de que Rusia tiene un rol importante en la arquitectura económica internacional, a la hora de determinar las condiciones que van a implicar cómo la liquidez que se está creando en el mundo va a ser repartida. Hoy el mundo está enfrentando un asunto fundamental, que es que no solamente esa liquidez debería ir a asistir a países de ingresos bajos sino también a los países de ingresos medios. Y buscamos seguir construyendo con Rusia una línea que nos permita tener una situación más fortalecida a los países de ingresos medios. También vamos a estar hablando de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.

- ¿Es prudente en este momento hablar de una profundización de la relación estratégica con Rusia, cuando usted necesita la ayuda de Estados Unidos para el Fondo Monetario y Rusia acaba de despedir a diez diplomáticos espías y sancionar a Estados Unidos? Además Europa exige a Rusia que retire 40 mil tropas en el borde de la frontera con Ucrania.

Vivimos en un mundo multipolar y Argentina lo que busca es relacionarse de una forma sana tanto con Estados Unidos como con Rusia.

- ¿Cuál será su rol en Moscú? ¿Negociará la instalación de la vacuna rusa en Argentina y cómo será la instalación de esa vacuna en Argentina?

El rol principal tiene que ver con las cuestiones económicas que señalaba, con el hecho de poder ir construyendo reglas de juego globales para que el aumento de la liquidez en el mundo también beneficie a los países de ingresos medios. También está la cuestión de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Con respecto a las vacunas, vamos a estar colaborando en una agenda que lideran Presidencia de la Nación y el Ministerio de Salud.

- Estamos en medio de la pandemia y Argentina pide una excepción, como usted dice una “solución creativa” para la deuda. ¿Usted cree que el mundo está harto de estos pedidos de excepción de Argentina o cree que la pandemia va a favorecer la negociación?

¿Cuál es la excepción que Argentina pide?

- Pedimos al Fondo esta nueva renegociación porque la deuda no es sustentable. Al Club de París un poco más de tiempo...

Cuando una deuda se vuelve insostenible, hay una responsabilidad compartida. Por un lado, un deudor que tomó prestado y del otro lado, un acreedor que decidió prestar.También esa responsabilidad compartida implica que todas las partes deban sentarse a la mesa sobre el principio de la buena fe en resolver un problema , que tiene implicancias para todas las partes. Y eso es lo que está ocurriendo con el Fondo Monetario Internacional. Con el Club de París ocurre lo mismo.

- ¿Cómo va la inflación? Fue más fuerte que lo que ustedes se imaginan en marzo.

Lo que hemos visto en el primer trimestre es una diferencia entre la inflación efectiva y la que proyectábamos de alrededor de dos puntos porcentuales,que se explica en parte por la situación de los precios internacionales y en parte también porque ha habido expectativas de inflación más alta. Y esto es algo que nosotros estamos corrigiendo y la acción del Estado es fundamental. El punto de partida en buscar una coordinación que fluya de una forma más holgada, que es básicamente poner de un lado de la mesa a los sindicatos y del otro lado a las empresas. El Gobierno puso un programa macroeconómico sobre la mesa. Los sindicatos respondieron de una forma responsable, alineada con los objetivos macroeconómicos, cerrando paritarias en la línea que planteaba la Ley de Presupuesto. Del otro lado, falta trabajo por hacer. Lo que hoy no estamos viendo en la Argentina es una capacidad de coordinación entre las empresas y de liderazgo dentro de las empresas, que se condice con la capacidad de coordinación y de liderazgo que sí vemos del lado de los representantes de las trabajadores -¿Ese es el motivo de los mayores controles?- -Hay controles que hemos estado reforzando, como anunciamos la semana pasada. En la medida en que la coordinación no se dé de una forma sin que el Estado requiera intervenir, el Estado entonces estará interviniendo. Esto es algo que otros países que han logrado reducir la inflación de niveles altos, como por ejemplo México, que la pudo bajar de tres dígitos a un dígito entre 7 y 8 años han llevado a cabo. El Estado debe jugar un rol en alinear comportamientos con aquello que macroeconómicamente es factible en una economía que aún no ha resuelto sus problemas de coordinación. Nosotros estamos llevando a cabo esas acciones para corregir los desvíos que se dieron entre lo que se proyectaba y lo que se realizó; y poder cumplir con los objetivos macroeconómicos del Presupuesto.

El Gobierno quiere congelar precios y cerrar  acuerdos, pero muchas empresas aún no fueron convocada

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, apuran un acuerdo de precios y amenazan con más controles

Aunque el Gobierno anunció con bombos y platillos la semana pasada un inminente acuerdo de precios con los sectores industriales para evitar mayores subas en lo que queda del año y así intentar contener la inflación, tras el salto de 4,8% de marzo; las negociaciones aún no han comenzado.

El jueves pasado, entre las baterías de medidas que su cartera anunció minutos antes que se conociera el peor dato de inflación del año, se dio por sentada la firma con los principales proveedores de insumos industriales: textil, cueros, madera, celulosa y papel, plásticos, químicos, hierro y acero, caucho y aluminio, cartón, vidrio y cemento. Al mismo tiempo, otro acuerdo con fabricantes y comercializadores de electrónica y electrodomésticos.

El domingo, el MInistro de Producción Matías Kulfas dijo en declaraciones periodísticas que buscaría cerrar con los distintos sectores antes del fin de semana. La cartera que dirige tiene abiertos muchos frentes. Este lunes, se reunió con representantes de la industria alimenticia y consumos masivos para consensuar nuevos aumentos. En tanto, el resto de los sectores  hasta este lunes no habían sido convocadas a ninguna reunión.

"No hemos recibido, a diferencia de algunas empresas, ninguna circular", dijo Javier Madanes Quintanilla, titular de la metalúrgica Aluar. "Estamos esperando desde la convocatoria de Guzmán el llamado a las mesas sectoriales, que sería la mejor forma de resolver los problemas de fondo. Sería importante que esto sirva más allá de un tema de acuerdo de precios, para hacer que el nivel de actividad repunte", afirmó el empresario, que remarcó: "Pero por ahora, no hay ni mesas sectoriales ni se reciben invitaciones a reuniones. Pareciera que no hay una línea de trabajo definida", afirmó.

Un empresario de otro sector confirmó a este diario que, a pesar de lo que dicen en la Secretaría de Comercio acerca de que el acuerdo de precios, por el que mantendrían sin cambios las cifras de marzo hasta fin de año, "ya estaría cerrado", las negociaciones ni siquiera han empezado. "A diferencia de otras veces, ahora sabemos que van a convocar a empresa por empresa para rever la política de precios, pero aún no hemos recibido ninguna circular", dijo.

La tesis de muchos empresarios consultados por Clarín es que el Gobierno apuró una reacción para quitar presión sobre la mala noticia del salto inflacionario de marzo. "Los anuncios se hicieron pour la galerie para decir que estaban haciendo algo frente a una suba de la inflación que es inevitable", sugirió el vocero de una de las compañías.

En el sector textil se quejaron de que, si bien no han sido convocados aún, aparecen en la lista de los que deberían congelar sus precios, aunque la injerencia de estos insumos sea mínima en el producto final. "Para entender los precios de la ropa, hay que revisar los impuestos, los costos de los alquileres, los costos laborales. El margen que pueden hacer los insumos sobre el precio final es mínimo", explicó un empresario.

Algo similar respondieron en el sector de plásticos. "No somos formadores de precios. Estamos sufriendo un feroz aumento en los insumos y a su vez, una falta de abastecimiento de los mismos. Pero no los podemos trasladas a los precios, por lo que somos el eslabón más débil de la cadena", afirmaron.

"En otros países los aumentos de precios se manejan con política monetaria. Acá, está todo atado con alambre. Ya está demostrado que los controles de precios son ineficaces para bajar la inflación", protestó un empresario.