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 Clarín - Economía

El récord del bitcoin abre otra grieta: ¿es oro digital o burbuja?

Cruzó la barrera de los US$24.000 y la criptomoneda más famosa suma apoyos pero también críticas. ¿Llegó la hora de regularlas?

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El precio del bitcoin se dispara y reabre la polémica sobre la falta de regulaciones del mercado.

"Cuando uno lee historias de booms y pánicos de otras épocas, lo más llamativo es hasta qué punto la especulación y los especuladores de hoy se parecen a los de ayer”, escribió en su libro “Manías, pánicos y cracs”, Charles Kindleberger. En su ensayo sostiene que la estructura de las manías especulativas es similar en todas las épocas: subas repentinas de precios, euforia y un final abrupto, que impacta en toda la economía.

¿Será eso el bitcoin? La criptomoneda más famosa marcó un nuevo récord en Navidad y cruzó la barrera de los US$24.000 a pesar de los feriados bursátiles y cambiarios en todo el mundo. Así, en lo que va del año, el bitcoin triplica su valor para alegría de sus impulsores y la alarma de sus críticos La grieta se agiganta. 

Somos conscientes de que es un activo extremadamente volátil. Puede subir o bajar. Lo que puedo decir es que el bitcoin tiene una adopción muy fuerte como reserva de valor frente a las devaluaciones de monedas como el dólar”, opina Andrés Ondarra, country manager de Argentina de la plataforma cambista Bitso, nativa de México.

Bitso llegó al país en febrero de este año. Trabaja con 9 criptomonedas, entre ellas bitcoin y ethereum, tiene 1,4 millón clientes en la región y “operamos por dia US$10 millones diarios, con picos de US$ 40 millones”, añade Ondarra. Sobre las perspectivas futuras del precio, el alto ejecutivo se disculpó: “No damos consejos”, dijo.

Una criptomoneda se compra y se vende a través de casas de cambio virtuales, como Ripio, Bitex, SatoshiTango y Bitso. Se acreditan en forma virtual, a través de billeteras digitales. A punto de cumplir 11 años, el bitcoin fue postulado como una alternativa al dinero tradicional, sin regulaciones -ni el respaldo- de bancos centrales y gobiernos y su precio se determina por el “libre juego” de la oferta y la demanda las 24 horas del día. No obstante, sus bruscas alzas y bajas generan tantas dudas como controversias.

Uno de los mayores críticos de las criptomonedas es Nouriel Roubini, el economista que predijo con exactitud la crisis de 2008. Las llama “shitcoins”  y en una serie de tuits recientes dijo que el “bitcoin no es un activo ya que no tiene valor intrínseco. Los activos proporcionan ingresos o ganancias de capital o utilidad o uso real de algún tipo. Las acciones, bonos, bienes raíces y otros activos proporcionan ingresos (dividendos, intereses, alquiler) y ganancias de capital y servicios de vivienda”, detalló.

Por otro lado, Roubini comparó la suba actual del bitcoin con la de 2017. En diciembre de aquel año, trepó en pocos días hasta los US$19.783 la unidad pero al año siguiente su precio se derrumbó más del 80%. Al respecto, el economista sostiene que el precio es manipulado por unos pocos grandes inversores: “El 2% de las ballenas (los mayores tenedores) controlan el 98% de los bitcoins”, tuiteó en noviembre. Pero no es el único que se opone.

En su última entrevista con Yahoo Finance, el célebre inversor Warren Buffett manifestó que las criptomonedas son una típica burbuja: “Si compras algo como bitcoin no tienes nada que produzca nada.Solo esperas que el próximo tipo pague más. Y sientes que encontrarás al próximo que pague más si crees que vas a encontrar a alguien que pague más”.

En el otro extremo contraatacan. “Llegué a la conclusión de que el bitcoin iba a ser el mejor de los trades contra de la inflación”, dijo el multimillonario inversor Paul Tudor Jones. Por su parte, Stanley Druckenmiller la comparó con el oro. “Si la apuesta del oro funciona, con el bitcoin funcionará mejor”. Y el CIO de del fondo BlackRock, Rick Rieder, expresó tajante su respaldo: “Bitcoin llegó para quedarse, es un mecanismo duradero que tomará el lugar del oro porque es mucho más funcional que pasar una barra de oro”.

Lo cierto es que hasta ahora, más allá de su cotización, el bitcoin incumplió todas sus promesas. Propuesta como moneda digital, principal fundamento teórico del experimento, la criptodivisa hoy no sirve para pagar ni comprar. Ni tampoco como unidad de cuenta, es decir, para valorar bienes y servicios. Y también subsisten la incertidumbre si servirá como reserva de valor en el tiempo.

Hacia el futuro, se presenta como un desafio para los entes reguladores de los países. Ya que en muchos casos, se admiten que las transacciones sean anónimas. Años atrás, el premio Nobel Joseph Stiglitz, dijo que el bitcoin no cumple “ninguna función útil” y subrayó que “la verdadera razón por la cual la gente quiere una moneda alternativa es para el lavado de dinero o la evasión fiscal”.

Las sospechas sobre la naturaleza de las criptomonedas se acrecentaron la semana pasada. El martes, la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de los EE.UU.) presentó una demanda contra Ripple por recaudar más de US$1.300 millones a “través de valores de activos digitales no registrados ante la autoridad”. Es decir, por la oferta de XRP, la tercera criptomoneda más popular, después de bitcoin y ethereum. Sus directores rechazaron la denuncia y argumentaron que “XRP es una moneda” y no una acción bursátil, por lo cual no requiere ser registrada. Igual, en estos días, su cotización llegó a caer 50% pero luego ir repuntando.

Una discusión similar ocurrió en la Argentina años atrás. En 2014, el Banco Central se abstuvo de regular a las criptomonedas porque no las consideraba monedas. Hoy existe un vacío legal aunque existen varios proyectos de ley en el Congreso, sin fecha de tratamiento. En muchos países observan la evolución del negocio y analizan medidas para su encuadre legal. Entre ellos, los Estados Unidos.

Todo en consonancia con el nuevo ascenso en la cotización del bitcoin y las más de 2.500 criptomonedas que se ofrecen en la actualidad. En 2017, el premio Nobel de economía Paul Krugman las considera una nueva burbuja especulativa. “Mientras todo el mundo siga comprando (bitcoins) todo está bien, pero los últimos perderán todo el dinero y nadie asume que pueden ser ellos”, dijo.

Facebook renueva su apuesta por su criptomoneda 

Facebook no se resigna y ajusta detalles para lanzar Libra, su propia criptomoneda. A principios de mes, el consorcio “independiente” que la impulsa anunció su nuevo nombre: Diem. “Nos gusta la connotación de un nuevo día para el proyecto”, comentó Stuart Levey, consejero delegado de la Asociación homónima, con sede en Ginebra, Suiza.

Impulsada por la red social fundada por Mark Zuckerberg, el proyecto inicialmente congregó el interés de 100 empresas, entre ellas grandes tecnológicas a nivel global, incluyendo Mercado Libre. Por las fuertes resistencias que generó en muchos países, el número se redujo a 27 y cobró un nuevo impulso en estos días, en medio de la euforia que provoca la suba del bitcoin.

Sobre la fecha de lanzamiento, Levey se limitó decir que estaban esperando la aprobación del ente regulador suizo para concretar su salida al mercado. Sin embargo, la semana pasada el Financial Times reveló que el lanzamiento de Diem es inminente y que podría ser durante enero. A diferencia de otros criptoactivos, el valor de Diem estará respaldado por una canasta de monedas y títulos públicos para evitar las subas y bajas abruptas.