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 El Cronista Comercial

Qué cantidad de reservas puede usar hoy por hoy el Banco Central para estabilidad financiera. El problema no son los ahorristas sino traer dólares y atacar la inflación

El vicepresidente del Central, Sergio Woyecheszen, habló hace unos días del stock con que cuentan para "atender las necesidades de la producción y de la estabilidad financiera" en este momento. Un día antes, el titular del BCRA, Miguel Ángel Pesce resaltó que "lo mejor que podemos hacer es dar previsibilidad respecto de las reservas que tenemos”.

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Tras subir $ 14 en un solo día, el blue bajó ayer $ 4 en una city y cerrar a $ 139,  con pocas operaciones, mientras el dólar oficial volvió a operar en alza y el Banco Central debió, la semana pasada, seguir vendiendo divisas pese al refuerzo del cepo.

El billete en el segmento financiero informal fue ofrecido a $ 141, aunque en un contexto de limitadas transacciones concretadas ante la cautela generada por la profundización del cepo cambiario. El miércoles, el dólar blue se había disparado $ 14, con lo que había tocado un máximo histórico en un clima de nerviosismo y preocupación por el impacto de las nuevas medidas oficiales.

Tras la última baja, la brecha con el tipo de cambio oficial cayó levemente, a 87%. Es que en el segmento mayorista la moneda norteamericana sumó siete centavos, hasta los $ 75,32 y en lo que va de la semana avanzó unos 41 centavos.

Según estimaciones del mercado, el Banco Central tuvo que vender el viernes pasado unos u$s 40 millones a pesar de las nuevas restricciones. En ese escenario, el vicepresidente del Banco Central, Sergio Woyecheszen, indicó que las reservas que se pueden utilizar para "atender las necesidades de la producción y de la estabilidad financiera", alcanzan sólo los u$s 8.000 millones, incluyendo el oro.

Woyecheszen afirmó que "ese es el stock que tenemos para atender las necesidades de la producción y de la estabilidad financiera", según consigna NA.

En diálogo con radio La Red, el número dos de Pesce, resaltó que "lo mejor que podemos hacer desde el BCRA en este contexto es dar previsibilidad respecto de las reservas que tenemos, que son el principal activo para sostener el valor de la moneda”.

Los últimos datos oficiales dados a conocer por la autoridad monetaria indicaron que las reservas internacionales finalizaron este jueves en u$s 42.473 millones, pero buena parte de esos fondos no están disponibles, ya que, por ejemplo, son depósitos de ahorristas. El volumen negociado en el segmento de contado llegó a u$s 310,178 millones, indicaron operadores.

Por su parte, el dólar oficial ganó cinco centavos y llegó a un promedio de $ 131,31, si se toma en cuenta el recargo del impuesto País y la retención a cuenta de Ganancias de un 35%.

En lo que fue el segundo día bajo el nuevo esquema del nuevo cepo cambiario, las entidades financieras continuaron presentando dificultades en sus plataformas virtuales para la compra de moneda extranjera y argumentaron que ello se debe a la adecuación de los sistemas a las nuevas normas.

El BCRA continúa vendiendo divisas

"Es importante señalar que se trata de medidas de contención de corto plazo que no logran atacar las causas estructurales. Los controles buscan detener el drenaje de reservas internacionales de libre disponibilidad -hoy en niveles críticos-", informó la consultora Portfolio Personal, en el cierre de semana de los mercados que hace especialmente para El Cronsita. Y agregó: "Recordemos que, entre julio y lo que va de septiembre, el BCRA tuvo que vender cerca de u$s 2.700 millones para sostener el valor del tipo de cambio oficial".

Al respecto, continuó: "de todas maneras, las presiones cambiarias no ceden y obligan al BCRA a mantener una postura vendedora en el segmento mayorista. A pesar de las limitaciones, la autoridad monetaria intervino con ventas cercanas a los u$s 90 millones en los últimos dos días de la semana. En este marco, el billete ($ 75.38) mantiene las devaluaciones diarias en torno a los 6/7 centavos -acumulando unos 47 centavos en la semana-". 

Y en ese sentido concluyó que "a pesar de las intervenciones, el CCL subió 9.2% y el MEP 7.2%, llegando a valores de $ 137.3 y $ 129.7, respectivamente. Con estos precios, la brecha ya se ubica en niveles de 77/82% -acercándose a los niveles alcanzados en agosto-. Habrá que estar atentos a la dinámica de ventas o compras de reservas en la semana que viene, donde de persistir las ventas entraríamos en un escenario más complicado. A su vez, también tendremos que seguir de cerca la evolución de la brecha, ya que, de acrecentarse, veremos mayor demanda en el dólar ahorro y oficial".

Reacción negativa de los mercados

Los mercados siguieron reaccionando hoy en forma negativa a los anuncios para contener la presión sobre el dólar, y la Bolsa de Comercio porteña cayó 5,6% y los ADRs bajaron hasta 7,4%. Hubo mal clima entre los inversores luego de la profundización del cepo cambiario dispuesta por el Gobierno y las medidas que obligan a las empresas endeudadas en dólares a refinanciar parte de sus obligaciones.

"La fragilidad del mercado local se vio en su máxima expresión", sostuvo Joaquín Candia, analista de Rava Bursátil.

Evaluó que "tanto variables internacionales como la caída en Estados Unidos como factores locales lograron hundir al índice aún más luego de varias semanas de interminables caídas".

El problema no son los ahorristas sino traer dólares y atacar la inflación

El Gobierno no salió bien parado de los anuncios que puso sobre la mesa el Banco Central. Empresas e inversores tienen la sensación de que hay dinámicas de la economía corporativa que no terminan de ser entendidas por los funcionarios, y que con las medidas que adoptaron para contener la demanda de dólares, desalinearon las expectativas positivas que tanto costó conseguir con el canje de la deuda y la prometida negociación con el FMI.

El ministro Martín Guzmán cree que la lectura negativa que hicieron los mercados es transitoria, y que se disipará cuando se entiendan las medidas. Si la comunicación fuese parte del problema, en todo caso lo que muestra es que no fue bien planificada. Si no lo es, en lugar de subestimar la reacción correspondería revisar si el mensaje es el correcto.

Después de haber completado una extenuante negociación con los acreedores externos, a la Argentina le quedó un enorme frente abierto, llamado inflación. El Gobierno cerró el capítulo de la deuda con la convicción de que volver a tomar financiamiento en dólares iba a ser un problema a futuro. Y ató el enorme gasto que debió activar para cubrir los efectos de la pandemia a la única fuente disponible: la emisión monetaria. Consciente de ese riesgo, se avanzó bien con el financiamiento en pesos. Pero no resolvió la otra pata: cómo conseguir más dólares.

Después de haber puesto una montaña de nuevos bonos reestructurados en el mercado, la expectativa de los inversores no es un tema menor. Por definición, los que juegan en ese mundo (del que la Argentina no puede prescindir mientras siga siendo deficitaria) buscan anticiparse a los hechos.

Y hoy ven lo mismo que todos: sobran pesos, faltan dólares, y el Gobierno pide confianza pero sin mostrar las cartas con las que espera que todo confluya. Los que compran dólares no están pensando en vacaciones (menos este años). Lo hacen porque creen que es su mejor protección ante el salto inflacionario que todos creen inevitable.

Guzmán admite que su visión es distinta, pero no ha procurado exhibirla de una manera más persuasiva. Tal vez no lo crea necesario. Es un camino lento, augura. Tal vez el Presidente crea que ir paso a paso funciona mejor.

Además de limitar más el gasto en divisas, el BCRA decidió instigar una refinanciación de la deuda corporativa en dólares. Esa movida pegó en bonos y acciones, y desacomodó todo el esfuerzo asumido para acotar la brecha cambiaria. Si la solución crea nuevos problemas, la expectativa no mejora.

El Gobierno cree que la política puede conducir las decisiones de los agentes económicos. Tal vez eso pueda suceder en China, pero no en países como la Argentina. Si así y todo prefiriera decretarle la vida a ahorristas y empresas, tal vez le convendría preguntar y escuchar más antes de firmar.