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 El Cronista Finanzas y Mercado

Analistas esperan una caída de tasas y miran desafíos de la economía real. Los mercados financieros comienzan a sentir la presión de la economía real

Advierten que sin un acuerdo por la deuda, encarar una recuperación económica resultaba imposible. El acuerdo con el FMI, el plan económico y la exit yield de los bonos son los debates que se plantean hacia adelante entre los analistas del mercado.

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Analistas esperan una caída de tasas y miran desafíos de la economía real

El mercado destejó y se nota cierto alivio en el Gobierno y en los inversores. Los desafíos siguen por delante en lo económico aunque despejando el tema de la deuda, los objetivos son mas alcanzables que si Argentina se hubiese mantenido en default. El acuerdo con el FMI, el plan económico y la exit yield de los bonos son los debates que se plantean hacia adelante entre los analistas del mercado.

Analistas del mercado ven como positivo que se haya logrado un acuerdo y remarcan que la agenda debe pasar hacia la parte económica. En general, hay consenso de que, sin un acuerdo por la deuda con los acreedores, un crecimiento sostenible resultaba casi imposible hacia adelante. Si bien entienden que hay desafío desde el lado económico, solucionar este tema permite dar un paso hacia adelante en medio de la crisis de coronavirus .

Nicolas Max, head de asset management de Criteria explicó que la primera reacción del mercado fue positiva y hoy los precios de los bonos están descontando una exit yield del 11%, con el potencial de que dicha tasa comprima hacia niveles inferiores.

Nuestra visión es que el acuerdo se va a perfeccionar el acuerdo y que hay un recorrido adicional en los bonos para que estos puedan cotizar con tasas del 10%. Es decir, aun vemos potencial en los precios de la deuda, afirmó Max

Un paso importante

La gran mayoría de los analistas coinciden en que se ha dado un paso importante para normalizar la economía en medio de la pandemia. Sin un acuerdo por la deuda, regenerar la economía habría sido imposible.

Adrian Yarde Buller, economista Jefe de Grupo SBS explicó que tras el acuerdo con la deuda, Argentina dio un paso clave para cerrar el capítulo de la reestructuración de la deuda.

Incluso cuando el financiamiento externo pueda permanecer cerrado por algún tiempo, salir del default es fundamental para evitar un escenario de litigiosidad a futuro y mejorar las condiciones financieras generales del país. En este sentido, el gobierno también creó un contexto bastante más favorable para las provincias y empresas que deben refinanciar (y en algunos casos reestructurar) sus deudas, señaló.

Santiago González Pini, gerente general de BST remarca que este acuerdo es clave para el futuro de Argentina y que no solo es importante el acuerdo en sí mismo, sino la forma en que se dio.

Se va a limpiar el horizonte de la deuda y así no habrá Holdouts, lo que implicará que se alcanzaran mayorías, sin una contingencia legal en toda la deuda. De esta manera, hacia adelante, en los próximos dos plazos presidenciales, el servicio de deuda va a ser chico por lo que representa la base para el despegue de Argentina. Sin un acuerdo por la deuda, esto era imposible, comentó González Pini.

A su vez, estimó que hacia adelante se deberían achicar las brechas cambiarias que es algo que traba mucho el desarrollo de la economía y ese es otro punto a favor. A su vez remarca que con el tema de la deuda despejado, la agenda se moverá hacia el plan económico.

Ahora habrá que salir de la pandemia y empezar a armar un plan económico para terminar de salir. Esto era un impedimento para compañías e inversores para que puedan invertir en Argentina. Esperemos que vuelvan las inversiones y que se reactive la actividad económica y que las compañías puedan financiarse. Todo esto viene luego de haber solucionado la curva de pesos con lo cual el mercado de capitales está fluyendo y hay liquidez. Si bien es un camino difícil, creo que están dadas las bases para poder salir a futuro, afirmó.

Negociaciones con el FMI y plan económico

Una vez resuelto el tema de la deuda, el Gobierno buscará poner foco en la parte económica. Sin embargo, la deuda con el FMI también implica una continuidad en el trabajo de reestructurar la deuda a nivel agregado de Argentina. Por ello, la mirada estará puesta en las próximas semanas y meses en las negociaciones con el FMI y la determinación de un programa económico.

Nicolas Max agrega que el próximo desafío planteado por el Gobierno es de regenerar el acuerdo con el FMI para despejar los vencimientos abultados del 2022 y 2023 y transformar eso en un cronograma de pagos sustentable

Dada la situación global y la buena noticia para el FMI de que Argentina haya logrado un acuerdo alineados con sus pretensiones, es esperable que el FMI sea benévolo en cuanto a la condicionalidad del programa económico. Si Argentina puede presentar un plan de alineamiento fiscal como el que estaba pensado antes de la pandemia, es probable que tengamos de acá a los próximos meses algún acuerdo con el FMI y que, si las condiciones globales de aversión al riesgo no se modifican, podemos ver tasas de Argentina debajo del 10%. Sin embargo, tal escenario demorará al menos 4 a 6 meses y con buenas noticias que vayan fortaleciendo las expectativas, agregó.

Santiago Abdala, director de Portfolio Personal Inversiones (PPI) coincidió en que la primera reacción de los mercados como claramente positiva a la vez que remarca los desafíos que siguen estando por delante.

Si bien las paridades daban por descontado antes un acuerdo que una ruptura de entendimientos, la confirmación de que olas partes pre acordaron, es una gran noticia. No garantiza el crecimiento económico, pero fija una variable sin la cual se hubiera hecho casi imposible un desarrollo saludable. Quedan muchos desafíos por superar, pero un acuerdo contundente que alcance las CACS establecería un hito en el tema de deuda argentina. El acuerdo con los acreedores no gana el partido de la economía, pero al menos sirve para que no chocáramos de frente, dijo.

La exit yield de los bonos

Los bonos argentinos evidenciaron una suba tal que permitieron que compriman hacia niveles debajo del 12% la expectativa hacia adelante estará puesta en si los bonos pueden seguir comprimiendo sus spreads a niveles del 10% e incluso valores debajo del mismo.

Juan José Vázquez, head de research de Cohen consideró que esta todo dado para ser constructivo con la deuda

Creo que hay espacio de compresión de spread para los bonos. Los bonos ley extranjera están rindiendo 11,5% en base al canje mientras que los Ley local operan con 12,2% en el tramo corto y 11,5% en el tramo largo, en línea a la ley internacional. Creo que esta dado para que tengamos una compresión de spread al 10%, lo que implica una suba del 15% y 20% para los bonos respecto de los precios actuales. Mas aun contemplando que tenemos a Turquía rindiendo 7,25%, Ucrania 7,66% y Egipto 7,7% mientras que los bonos de alto rendimiento americano rinde 5,2%, explicó.

Para que Argentina logre comprimir aún más, el head de research de Cohen afirmó que para ello más vamos a tener que ver cierta reactivación económica y como todo este stock de pesos el Gobierno puede manejarlo sin que impacte en la inflación y en el tipo de cambio.

Además será importante que vemos un ajuste fiscal necesario para que el arreglo de la deuda no quede en la nada. Está dado para ser constructivo, ms aun con los rendimientos que aun conservan los bonos y el contexto global de liquidez mundial. Es importante dejar de perder reservas y esto en parte debería servir para achicar la brecha, comentó.

Sebastián Arena, vicepresidente de Buenos Aires Valores (BAVSA) entiende que el acuerdo es muy bueno y que la estructura de la última oferta del Gobierno es favorable para el país para despejar la carga de deuda e intereses, pudiendo llevar a que Argentina descuento debajo del 10%.

El acuerdo para Argentina implica un alivio importante en la carga de deuda e intereses. Para los acreedores, el hecho de llegar a un acuerdo y el estar el 100% de los acreedores dentro de la nueva estructura de bonos va a ayudar a que Argentina logre descontar a tasas debajo del 10%, que es donde esta planteado el exit yield del acuerdo como para tener un parámetro de negociación. Argentina debería ir a descontar a tasas inferiores del 10%, comento Arena.

Además, el vicepresidente de BAVSA explica que si bien el acuerdo con los acreedores no resuelve la situación de la macroeconómica del país ni la cuestión del déficit fiscal que seguramente comiencen a ser agenda a partir de ahora que ya esta resuelto el tema de la deuda

El desafío sigue siendo difícil ya en un contexto internacional desafiante por la pandemia que azotó a todas las economías. Hay muchos desafíos pero sin resuelto el tema de la deuda iba a ser imposible de encarar. Ahora se sientan las bases para cambiar la agenda y empezar a ocuparse de la macroeconómica, señaló.

Los mercados financieros comienzan a sentir la presión de la economía real

Dice una de las leyes de Murphy que cuando empiezan a llegar malas noticias, no vale la pena preocuparse porque muy pronto van a llegar peores. Los datos que se publicaron en los últimos días del PBI de Estados Unidos y Alemania son una pésima noticia, que podría ser la señal que faltaba para que los mercados financieros reaccionen y reconozcan que últimamente estuvieron bastante desconectados de la realidad.

Es que a medida que se profundizaba la crisis económica en buena parte del mundo por los efectos de la pandemia de coronavirus, varias de las principales bolsas mundiales seguían con su rally alcista, únicamente alterado por la fuerte caída del mes de marzo. Ese derrumbe coincidió con el momento en que el gobierno de Donald Trump anunció que iba a lanzar el mayor paquete de ayuda financiera de la historia de EE.UU. (u$s 2 billones) para sostener a las empresas y los particulares.

Pero después de esa ola de frío polar financiero, los mercados rebotaron y siguieron con su camino hacia nuevos máximos, mientras la economía se frenaba en buena parte del mundo.

Si se suele afirmar que los mercados generalmente anticipan el futuro, esta vez tal vez pecaron de optimistas. Porque para muchos analistas, el rally alcista no solo fue motorizado por los gigantescos planes de ayuda inyectados por el gobierno estadounidense, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo en la zona euro. También se alimentó de las expectativas de los inversores respecto de que la recuperación podía darse en poco tiempo. De hecho, Wall Street cerró el segundo trimestre con la mayor suba en 20 años (el índice S&P 500 creció casi un 20%).

Warren Buffett suele decir que "cuando baja la marea es el momento en que se ve quién estaba nadando desnudo". Y el histórico derrumbe del PBI de Alemania durante el segundo trimestre, que alcanzó (en su primera estimación) un 10,1%, la mayor caída en medio siglo, fue la señal de que comenzarían a llegar las malas noticias.

Si esto ya era un duro golpe para los mercados, que el Departamento de Comercio de EE.UU. anunciara una baja del producto del 32,9% durante los tres últimos meses, comparando con el segundo trimestre de 2019, tal vez marque uno de esos "momentos Lehman" en que todo queda suspendido por unos segundos para luego tomar conciencia del tamaño del desastre y dar comienzo a un efecto dominó. Hay que tener en cuenta que desde los años 1940 que Wall Street no asistía a un "cachetazo" de parte de la economía real de tal magnitud.

El primer efecto se sintió enseguida. El jueves pasado, el S&P 500 llegó a perder 1,44% durante la rueda (cerró -0,38%), mientras que el DAX alemán cayó 3,45% y Londres 2,31%.

MILAGRO

Para Donald Trump, que hasta ahora apostó toda su campaña por la reelección a que la economía se recuperaría antes de noviembre (desatendiendo la lucha contra la pandemia), las últimas noticias dan la pauta de que solo un milagro podría generar una rápida reactivación. Tal vez por eso el presidente estadounidense haya comenzado a recalcular sus reales chances, embarcándose la semana pasada en sugerir una (difícil) postergación de la cita electoral y amenazando con no reconocer los resultados.

Para los mercados, la realidad también es dura de aceptar, porque marca que la recuperación de la economía mundial va a ser mucho más lenta que lo previsto. Si esta es la gota que rebalsa el vaso y provoca un profundo cambio de tendencia en las principales bolsas, es algo que se verá en las próximas semanas.

"Seguimos buscando cómo salir de un pozo, un pozo muy profundo. Los datos del segundo trimestre nos mostrarán de qué tamaño es el pozo en el que estamos atrapados, y es realmente grande", manifestó Ben Herzon, director ejecutivo de la consultora IHS Markit. Habrá que ver si para los inversores este pozo seguirá creciendo o no, y cómo creen que serán las noticias que están por venir.