Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.debursa.com.ar/a/2105
 El Cronista Comercial

El canje de la deuda necesita un plan y la economía, no perder a sus pocos inversores

El Gobierno presentó la semana pasada una propuesta que muchos denominaron como hostil para los tenedores de bonos bajo ley extranjera.

mora_deuda_x1x_crop1584061539550_crop1585101493262_crop1587336510368.jpg_258117318.jpg
El canje de la deuda necesita un plan y la economía, no perder a sus pocos inversores

El Gobierno presentó la semana pasada una propuesta que muchos denominaron como hostil para los tenedores de bonos bajo ley extranjera, fundamentalmente por la fuerte quita y los largos plazos de pago que establece, incluyendo un período de tres años de gracia. Recién para 2023 prevé pagar un cupón de 0,5%, que implicaría una erogación cercana a los 300 millones de dólares. La cifra no parece preocupante, sobre todo para un oficialismo que pretende llegar a ese año con los fondos suficientes para atender el escenario social, bajo la premisa de que para entonces el crecimiento económico puede marcar la diferencia entre la permanencia o la salida de la Casa Rosada.

Y eso más allá de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, plantea una oferta equitativa para los tenedores de deuda en dólares bajo legislación local y hasta para los organismos financieros, en particular el Fondo Monetario Internacional. Por lo que, si cumple con esa premisa, en el mejor de los casos el país también debería realizar desembolsos para atender esos frentes dentro de tres años.

La mayoría de los tenedores de bonos argentinos son bancos, fondos comunes, aseguradores, empresas y personas de nuestro país que invierten sus ahorros

Pero el escenario en el que, hace un mes, Guzmán presentó sus estimaciones a los acreedores para cumplir con la propuesta que elevó ante la Comisión de Valores de EE.UU. apenas el viernes pasado, dista mucho del que se proyecta hoy para la economía argentina.

Por entonces, el ministro planteaba la posibilidad de alcanzar un superávit fiscal de hasta 0,5% en ese 2023 y comenzar a crecer el año próximo, tras una caída de 1,5%, en el peor de los escenarios, para este año. Pero la cuarentena, que comenzó ese mismo día, convirtió las dudas sobre el asterisco con el que se acompañó a esos números en un mayor escepticismo sobre el éxito de la oferta. Y aquella previsión dio paso al pronóstico del FMI que espera una caída de 5,7% en la economía local para este año, en un contexto de derrumbe global que alimenta más la incertidumbre. Inclusive la de los tenedores de deuda bajo legislación local, que esperan hasta fin de año para ver si podrán cobrar sus títulos públicos.

Así, cuando aún no se sabe cuál será el impacto final que tendrá en la economía mundial la pandemia, y teniendo en cuenta que el propio Guzmán remarcó que no hay espacio para ajustar el gasto, la pregunta que surge hoy es ¿cuál es el plan económico que permitirá conseguir los fondos necesarios para atender el pago de la deuda?.

No todos los que tienen bonos argentinos son buitres. La mayoría son bancos, compañías de seguros, fondos comunes de inversión, personas y empresas locales que alimentan el circuito financiero del que se abastece el Estado para cubrir sus gastos. En definitiva, son ahorros que ayudan a "vivir con lo nuestro" cuando los ingresos no alcanzan. Por ello es clave alcanzar un entendimiento que evite el default y cierre las vías de financiamiento para un país convaleciente.