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El Presidente sigue sin dar precisiones sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional

Los primeros anuncios económicos de Alberto Fernández en el día de su asunción estuvieron dentro de lo esperado, aunque faltaron precisiones. Se supone que a partir de hoy tanto desde el ministerio de Economía como de Producción se irán conociendo algunos lineamientos más detallados sobre temas sensibles: deuda, consumo, empleo y acuerdo social, entre los más relevantes.

El Presidente reiteró la idea que ya había esbozado durante algún momento de la campaña, al hablar del default virtual que dejó el gobierno de Mauricio Macri. Y dijo que la Argentina recién podrá pagar la deuda cuando retome el crecimiento. Incluso supeditó la presentación de un nuevo proyecto de Presupuesto 2020 al cierre de la negociación con los acreedores. Faltaron detalles sobre lo que pretende el gobierno con la futura negociación, aunque posiblemente no era el momento para profundizar.

Además, se cuidó de no referirse en forma explícita al Fondo Monetario, con quien deberá negociar un nuevo acuerdo y extender los plazos de pago. Según dejaron trascender desde el entorno del Presidente, la relación entre Fernández y la número uno del organismo, Kristalina Georgieva es fluido, por lo que cualquier referencia agresiva a la institución hubiera significado un retroceso. Sólo se limitó a decir que el plan económico será redactado por el gobierno, sin influencias del extranjero que siempre fracasaron.

La referencia a la necesidad de renegociar la deuda era cantada, aunque faltaron precisiones. Se supone que en los próximos días comenzarán los acercamientos formales con los bonistas para analizar opciones. El objetivo es evitar un default total y tener todo cerrado en marzo

La respuesta de los mercados fue cautelosa, hubo caída de acciones argentinas que cotizan en Nueva York, pero el riesgo país terminó debajo de los 2.200 puntos, muy cerca del cierre del día anterior. Los bonos alternaron subas y bajas, siendo especialmente afectados los de legislación local. El dato tranquilizador fue, dentro de un panorama complejo, que la intención del flamante gobierno es avanzar de manera rápida con la reestructuración. Según la propuesta que en su momento presentó el flamante ministro de Economía, Martín Guzmán, en ámbitos académicos, el objetivo sería terminar todo en marzo del 2020, es decir en no más de 100 días.

Fernández calificó a la situación económica como de extrema fragilidad y se refirió puntualmente a la gente que debe endeudarse para pagar las facturas de servicios públicos. Anunció que habrá créditos no bancarios masivos y a bajas tasas de interés.Sin embargo, ya el gobierno de Mauricio Macri venía otorgando una importante cantidad de préstamos Argenta vía ANSES. Habrá que esperar la implementación para saber de dónde saldrán los recursos y cuánto dinero habría disponible. Se especula, por otra parte, con la posibilidad de de un bono o pago especial para jubilados y beneficiarios de planes sociales, como también empleados públicos antes de fin de año.

El Presupuesto 2020 recién se presentará cuando culmine la negociación de la deuda. De todas formas, Alberto Fernández resaltó la importancia de respetar los equilibrios macroeconómicos, dejando en claro que no piensa hacer locuras con las cuentas públicas

Otra de las novedades económicas que aportó el discurso fue la implementación de un programa de obras públicas que tendrían un fuerte impacto en la creación de empleo, típica medida keynesiana para tratar de reactivar la economía. También se oficializó la convocatoria al consejo económico y social, cuyos integrantes tendrían aprobación legislativa. No se avanzó, sin embargo, con mayores detalles sobre su funcionamiento.