O3UKVM2ZSJGJHNYKTVTFPCOUK4.jpg
Para Ecolatina, el principal sector afectado por el control de cambios fue el inmobiliario, debido a que sus transacciones se hacen en moneda extranjera.

Pese a haber cuestionado con dureza las restricciones cambiarias que implementó el gobierno de Cristina de Kirchner en su última gestión, Mauricio Macri se despide de su único mandato, tras perder las elecciones presidenciales en manos del peronista Alberto Fernández, con una reimplementación de esos controles. En ese contexto, Ecolatina dio cuenta en su último informe de los principales sectores afectados por la medida pero también de aquellos que pudieron sacar provecho.

A pesar de que el 10 de diciembre se llevará a cabo un cambio de gobierno, es esperable que el próximo presidente mantenga vigentes las restricciones cambiarias con algún tipo de relajamiento o endurecimiento, consideró la consultora. En este sentido, señaló que todavía es difícil de prever cómo evolucionará la nueva versión del control de cambios pero destacó que lo cierto es que la escasez de divisas no se resolverá en el corto plazo.

Durante el control de cambios 2012-2015, las restricciones de acceso al mercado de divisas se fueron endureciendo progresivamente a medida que el peso se apreciaba en términos reales y, consecuentemente, la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se ampliaba y el déficit de cuenta corriente se acrecentaba.

En aquel momento el combo de medidas arrojó un set de sectores ganadores y perdedores, sostuvo la consultora, al tiempo que destacó que es importante repasar dicho balance y tratar de dilucidar si es posible que se repita en el futuro.

Cabe destacar que a partir del 28 de octubre de este año, el Banco Central aumentó el control de cambio aplicado por Cambiemos luego de la derrota en las PASO de agosto y redujo las compras de dólares para ahorristas a solo USD 200 por mes, en lugar de los USD 10.000 que estaban permitidos desde el control de cambios que se implementó desde comienzos de septiembre.

?Son dos restricciones cambiarias de características distintas las de Cristina de Kirchner y las de la gestión que finaliza el 10 de diciembre. Estamos en proceso de aprender las características de estos nuevos controles. Dependiendo de las características de la macroeconomía que viene, el actual control de cambios va a tener un perfil determinado?, señaló Federico Moll, director de Ecolatina, en declaraciones a Infobae.

Aseguró que lo más importante es pensar qué características va a tener el control de cambios que viene ya que no hay definiciones en términos económicos.

Cuán parecidos van a ser los ganadores y perdedores va a depender de las necesidades políticas. Si el gobierno necesita mejorar las condiciones sociales, estas restricciones cambiarias pueden mutar a algo muy parecido a lo anterior. Que es un control de cambios con una apreciación cambiaria significativa que mejore un poco el salario real y descomprima las variables sociales, apuntó.

Y subrayó que si por el otro lado la situación política social está más despejada es factible que el control de cambios se mantenga en niveles de tipo de cambio real más parecidos a los que tenemos hoy y que eso genere un entorno económico distinto donde las exportaciones puedan tener algún avance.

Perdedores con el control de cambios

Para Ecolatina, el principal sector afectado por el control de cambios fue el inmobiliario, debido a que sus transacciones se hacen en moneda extranjera. Afirmó que en los cuatro años que duró el anterior control cambiario, las operaciones de compraventa de inmuebles en el Gran Buenos Aires (CABA + Provincia de Buenos Aires) cayeron 30%. Y destacó que el golpe al sector puede ser aún mayor en el futuro, dado que en la actualidad se observa un encarecimiento de las viviendas junto a una caída del poder de compra del salario, ambos medidos en dólares.

No obstante, algo a favor es que por el momento, está permitido acceder a créditos hipotecarios de hasta USD 100.000, mientras que antes estaba prohibido, detalló.

Otros de los sectores perjudicados por las restricciones cambiarias fueron los exportadores netos, siendo la actividad más emblemática la agroindustria. Por un lado, cargaban con elevadas retenciones en un contexto de fuerte atraso cambiario y, por el otro, recibían ingresos valuados al dólar oficial, mientras que parte de sus costos dolarizados crecían en línea con el dólar paralelo (la brecha entre ambas cotizaciones promedio el 40% entre 2012 y 2015), explicó Ecolatina en su informe.

Aunque en el control de cambios actual diseñado por la gestión de Cambiemos rigen menores retenciones, lo cierto es que la competitividad cambiaria se encuentra cercana al promedio histórico y que la brecha cambiaria aún no es importante, analizó la consultora.

Por su parte, las industrias importadoras netasencontraron dificultades para llevar adelante su actividad en 2012-2015, debido a las restricciones de acceso al mercado divisas y, principalmente, a los controles cuantitativos a las importaciones que generaron faltantes de insumos. En esta línea, bajo las condiciones actuales del control de cambios, dichas industrias se verían afectadas, pero en menor medida que antes, siempre y cuando no se reinstauren restricciones cuantitativas a las importaciones, afirmó la consultora.

Por último, las actividades que requieren grandes flujos de inversión para su desarrollo son otras de las afectadas por el control de cambios. Tal es el caso del sector energético que, ante la imposibilidad de girar dividendos al exterior, en un contexto de fuerte apreciación real del peso, vieron recortadas sus inversiones. Por este motivo, la viabilidad de proyectos como Vaca Muerta en el futuro dependerá de si se mantiene la imposibilidad de girar divisas al exterior y si el tipo de cambio se atrasa, agregó.

Ganadores pese a las restricciones cambiarias

Las restricciones al acceso de divisas en un contexto de alta inflación reducen las posibilidades de ahorro de familias y empresas, incentivando la sustitución de consumo futuro por presente. En este sentido, en el control de cambios de 2012-2015 la imposibilidad de resguardar el valor de los ahorros en un activo seguro, incentivó la dolarización a través de la adquisición de bienes y servicios valuados al tipo de cambio oficial. Según explico Ecolatina, este contexto sumado a un fuerte abaratamiento relativo de bienes y servicios provenientes desde el exterior, la venta de vehículos importados y el turismo emisivo crecieron significativamente hasta que se impuso un impuesto a la demanda de ambos sectores.

La versión 2019 del control de cambios aún no presenta ni la apreciación real del peso, ni su consecuente brecha cambiaria, por lo que de mantenerse la situación actual, estos sectores no serían ganadores como en el control de cambios anterior, advirtieron.

Por su parte, el turismo receptivo no fue un ganador en el control de cambios anterior, pero tampoco fue un claro perdedor, consideró la consultora. Por un lado, la pérdida de competitividad cambiaria desalentaba el ingreso de turistas extranjeros (Argentina estaba cara al dólar oficial), pero a la vez, la amplitud de la brecha incentivaba a los viajeros a liquidar sus dólares en el mercado informal, haciendo valer en mayor medida sus ingresos y gastando más en pesos (con impacto principalmente en turistas provenientes de países limítrofes), indicó el estudio.

Destacó además que la reciente devaluación posiciona de manera más favorable al turismo receptivo, por lo que, de mantenerse dicha competitividad, el sector sería uno de los ganadores.

Por último, el estudio hizo una mención sobre el sector de la construcción privada. En ese marco, consideró que, por un lado, el control cambiario tuvo efectos negativos sobre la actividad debido al fuerte desplome del sector inmobiliario: mientras menos unidades ya construidas se vendan, menos incentivos existen para la construcción de unidades nuevas. Sin embargo, por el otro lado, destacó que la actividad se vio beneficiada con los controles cambiarios, perfilándose como una opción de reserva de valor dolarizada.

Más allá de que las restricciones cambiarias eran necesarias para frenar la caída de las reservas internacionales del BCRA y evitar la volatilidad del tipo de cambio, la medida trae consigo el riesgo de perder competitividad externa, en un momento donde Argentina necesita imperativamente aumentar sus exportaciones netas para solventar la deuda en moneda dura. La sintonía fina de la política cambiaria y monetaria desde el 10 de diciembre será determinante para confirmar el set de ganadores y perdedores de este nuevo ciclo de control cambiario, concluyó.

No hay que perder de vista que el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, reconoció diplomáticamente la semana pasada que el levantamiento de la restricción cambiaria instrumentada en el comienzo de la administración de Mauricio Macri fue un error. ?Con el diario del lunes y pensando hacia el futuro, posiblemente la Argentina no pueda tener una flotación libre del tipo de cambio?, sostuvo en declaraciones radiales.