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 El Cronista

Pesos vs. Dólar: once datos que mira el mercado para conocer el futuro cambiario

El peso argentino tiene la peor performance en el mundo. El mercado ve riesgos y los especialistas anticipan que ocurrirá con el tipo de cambio y recomienda estrategia

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Con un desempeño tan malo que lo coloca en el último puesto en performance de monedas del mundo, el peso argentino tiene todas las miradas del mercado encima. Los analistas siguen de cerca los riesgos que pueden afectar la dinámica cambiaria.

¿Qué esperan que ocurra sobre el tipo de cambio y qué estrategias recomiendan los analistas?

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El peso, la peor del año

El peso argentino muestra una muy mala performance este año y se ubica como la moneda que más se deprecia en el mundo.  El dólar en argentina sube 21,5% contra nuestro peso, que es la peor moneda a nivel global en lo que va de 2025.

Le siguen la Lira turca, que perdió 13% contra el dólar, el Birr de Etiopía, el dólar liberiano y el dinar libio, con mermas de 13% a 9% contra el dólar estadounidense. 

 

Cuando se compara a la dinámica del tipo de cambio local contra las demás monedas de la región, la diferencia es más importante.

El dólar sube 21% en el año, mientras que el real de Brasil se aprecia 13%, el peso mexicano gana 11% y el peso uruguayo se fortaleció 9,7% en el año contra el dólar estadounidense.

Otras monedas de la región como el peso colombiano, el sol peruano, el guaraní paraguayo y el peso chileno evidenciaron una apreciación de entre 2,5% y 9% en lo que va de este año.

Lo cierto es que el tipo de cambio en Argentina sintió el impacto de la salida del cepo, de una economía que aun transita con alta inflación y que estamos en un año clave para la política local dado que hay elecciones legislativas en octubre.

Esto hizo que la moneda local tenga una performance dispar respecto del resto de las monedas a nivel regional y global. 

 

Cayó el dólar index

Gran parte de la apreciación de las monedas de mercados emergentes y de Latam se debió a la fuerte caída del dólar index.

El dólar se devalúa 10% en lo que va del año a causa de la guerra comercial y los riesgos recesivos, especulando también con una Reserva Federal que podría recortar la tasa de interés justamente a causa de dichos riesgos en el nivel de actividad.

La merma del 10% dólar en el año hizo que el resto de las monedas se fortalezcan en una magnitud similar.

Aun así, el tipo de cambio local se depreció más del 20% este año, a pesar incluso de la caída del dólar index. 

 

Los analistas de Balanz alertaron que, en un año caracterizado por el debilitamiento del dólar a nivel global, el peso argentino tuvo una trayectoria bien diferente al resto de la región.

"Mientras que las monedas de LatAm evidenciaron apreciaciones de entre el 5% y el 10% respecto a la moneda estadounidense, al igual que la mayoría de los países desarrollados, el peso (medido en CCL) experimentó dos ciclos de fuerte depreciación", indicaron.

Según señalan, el primero de ellos ocurrió en los meses previos al levantamiento de los controles de capitales anunciado a mediados de abril, cuando la incertidumbre respecto al devenir de la política cambiaria generó mucha volatilidad en la moneda.

"Tras la salida del cepo, el peso se apreció, emparejándose con las otras monedas de LatAm. Sin embargo, desde junio, y especialmente en julio a partir del fin de las LEFIs, el peso nuevamente comenzó un ciclo de depreciación que lo llevó a niveles de debilitamiento similares a los de abril", afirmaron.

Una variable clave para determinar la magnitud de la suba del dólar es a través del índice de tipo de cambio real multilateral.

El dólar se recuperó este año después de haber evidenciado un fuerte proceso de apreciación durante los primeros meses de la gestión de Javier Milei.

La suba del dólar en los últimos meses le permitió a la Argentina ganar competitividad y ubiar al índice de TCRM en niveles mas elevados que los de diciembre.

Sin embargo, para desdramatizar el rally del dólar, el índice de TCRM se mantiene lejos de mostrar valores de fuerte depreciación de la moneda. 

 

Maximiliano Bagilet, gerente comercial de TSA Bursátil, reforzó la idea de que la Argentina se haya depreciado a pesar de haber visto una suba en el dólar.

Es decir, detalló que si bien el peso fue la moneda que más se depreció durante este año, tanto el índice de tipo de cambio real multilateral, alcanzó mínimos de 2017.

"A pesar de que el tipo de cambio se alejó del techo la banda estas últimas semanas, todavía estamos por debajo de niveles muy altos de competitividad. El FMI, en el reporte de abril sugirió que el TCRM tenía que estar en un 15% a 25% arriba de lo que era el primer trimestre de 2025, es decir, entre 93 y 100. Hoy estamos en 92, con lo cual estamos dentro de un rango aceptable, pero todavía no estamos en rangos muy altos de competitividad", sostuvo Bagilet. 

 

El futuro del dólar en Argentina

El mercado no ve que estemos de frente a un panorama de mayor volatilidad cambiaria hacia adelante.

El Gobierno tiene como objetivo que el tipo de cambio se mantenga estable y que con ello, el proceso de desinflación continúe.

Para ello, el equipo económico sigue utilizando el ancla fiscal como pilar fundamental, mientras que, desde lo cambiario, se lleva a cabo un proceso de fuerte apretón monetario.

El hecho de que no sobren pesos en la economía es una clave para que la presión cambiaria se vea reducida.

La volatilidad en el tipo de cambio llegó a niveles de 40% analizado en el último rally, sin embargo, tras la estabilidad cambiaria de los últimos días, volvió a colapsar.

De esta manera, el consenso de los analistas es que la estabilidad en el tipo de cambio podría continuar de cara a las elecciones y los próximos meses. 

 

Sobre el futuro del tipo de cambio, desde Balanz coinciden en que las expectativas sobre el tipo de cambio para 2025 y 2026 no dan cuenta de un cambio brusco ni de desanclaje que lleve a pensar en afectación en los precios de los activos.

"Tanto para 2025 como para 2026 del REM se observa una trayectoria ascendente en las expectativas del tipo de cambio1, aunque con distinta velocidad. Para 2025, las proyecciones mostraron una aceleración del ritmo de depreciación a partir de marzo, con un valor promedio que pasó de $ 1200 en la estimación de diciembre de 2024 a cerca de $1400 en la de julio de 2025, dentro de un rango de proyecciones que se fue acotando", detallaron.

De esta manera, las proyecciones de analistas en el REM son más benignas de lo que muestran los futuros de Rofex para el tipo de cambio a diciembre de este año.

"Para 2026, si bien el nivel proyectado es superior, la tendencia es más estable y se espera un ritmo de suba más gradual. En cierto modo, lo que se observa es que no se prevé un descarrilamiento del tipo de cambio ni un desanclaje de las expectativas. Es más, la menor dispersión entre el máximo y el mínimo de las estimaciones en los datos más recientes da cuenta de ello", dijeron desde Balanz. 

 

De cara a las próximas semanas, y dado el contexto electoral, Bagilet no cree que estemos en un escenario de presión cambiaria inminente.

"No vemos presión cambiaria de corto plazo, más aun considerando que el sesgo de la política monetaria mantendrá un sesgo marcadamente contractivo. Además, tanto el Tesoro como el BCRA se mantendrán al margen del mercado de cambios, eso también es importante. Dado que tendremos las elecciones en PBA y nacionales, las condiciones no parecen estar dadas para un salto cambiario", anticipó. 

 

Las variables que impactan 

Si bien el mercado no espera sobresaltos desde el lado cambiario, aun allí habrá que vigilar las variables que pueden impactar sobre el tipo de cambio y/o que podrían implicar un riesgo sobre el dólar en los próximos meses.

Los analistas de Rava consideran que la dinámica del tipo de cambio de cara a fines de 2025 estará determinada por tres variables principales.

Entre ellas destacan la capacidad del BCRA de acumular Reservas Internacionales, el resultado de las elecciones legislativas y la estabilización de la tasa de interés en pesos luego de la volatilidad derivada del desarme de las LEFI.

Respecto a las Reservas Internacionales, desde Rava agregaron que se debe tener en cuenta que hasta 2026 no habrá nuevas revisiones con el FMI, por lo que no llegarían desembolsos de este organismo.

Además, advierten también que ya pasó la liquidación de la cosecha gruesa.

"La estacionalidad de las exportaciones de energía puede traer algún alivio, pero los meses más favorables ya pasaron. En este escenario luce improbable que el BCRA logre efectuar compras en el piso de la banda, por lo que las adquisiciones bajo el formato "block trade" por parte del Tesoro y nuevas emisiones de Bonte 2030 -una vez que se estabilice el mercado de pesos- lucen como las vías más factibles de acumulación", dijeron.

Además, el resultado electoral también será determinante para el tipo de cambio, según los analistas de Rava.

"Será importante las elecciones, teniendo en cuenta que una victoria política del gobierno podría habilitar una compresión de riesgo país que permita la ansiada vuelta a los mercados internacionales. En caso de que la performance en las elecciones no sea suficiente para convencer al mercado, aumentaría la incertidumbre y podría conducir al alza del tipo de cambio", advirtieron.

Finalmente, dese Rava también ponen el ojo en el proceso de desarme de las LEFI.

"Las tasas reales se encuentran en el orden de 20% anual y la dinámica de las próximas licitaciones (tasas que se convalidan y % de rollover) junto a las medidas que tome el BCRA en este sentido, pueden influir en la cotización del tipo de cambio", detallaron. 

Inversiones en pesos

El contexto de mayor volatilidad en las tasas en pesos no generó por ahora un impacto fuerte sobre el tipo de cambio.

De hecho, las tasas altas permitieron también que la suba del dólar desde abril encuentre una pausa ya que los inversores encontraron que, con un dólar cerca del techo de la banda y tasas altas, las alternativas de carry volvieron a tornarse atractivas. 

 

Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, indicó que espera que el tipo de cambio se mantenga estable en el rango de $1250 a $1325 desde septiembre hasta marzo del año próximo.

A su vez, indicó que espera para el mes de octubre, previo a las elecciones, mayor volatilidad en el tipo de cambio, aunque la misma no generaría un riesgo para los activos argentinos.

"Esto se debe no solo a la política de tasas sino que -a pesar de la alta demanda estacional de dólares en diciembre por aguinaldo- enero y febrero suelen ser meses con alta demanda de pesos", detalló.

Teniendo en cuenta este panorama y sumado a que al gobierno le interesa un dólar sin sobresaltos por lo menos hasta las elecciones, desde Insider recomiendan invertir en activos de moneda local.

"Para conservadores las LECAPs más cortas (S12S5 - S30S5) con rendimientos de 48% TNA; mientras que para los arriesgados recomendamos estirar vencimientos con LECAPs que vencen en enero 2026 (S16E6) con rendimientos de 51% TNA", puntualizó Lazzati.

En lo que refiere a las inversiones, Bagilet detalló que ve valor en el posicionamiento en moneda local.

"Las estrategias de pesos que recomendamos son Lecap con vencimientos en septiembre y octubre (T17O5), que tienen TNA de entre 48 y 49% aproximadamente, y un tipo de cambio MEP de equilibrio o break-even en torno a $1370 a $ 1400, lo cual, aparecen bastante razonables", detalló Bagilet.

Finalmente, en este escenario, para perfiles conservadores que busquen llegar con una gran parte de su cartera dolarizada, los analistas de Rava detectan oportunidades en Cedear (Berkshire Hathaway y el sector salud de USA - XLV) y Obligaciones Negociables (YMCIO)

En cambio, agregaron que "los perfiles agresivos podrían dedicar una porción de su cartera al escenario optimista para el mercado, con la toma de posicionamiento en acciones locales del sector energético, bonos soberanos en dólares o buscando "carry trade" a través del bono dual TTM26".