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 Clarín - Economía

El Club de París podría "perdonarle" a Argentina un default a fin de mes. Kristalina Georgieva no mencionó avances concretos

Argentina tiene que pagar US$ 2.400 millones, pero el organismo podría darle más plazo.

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El presidente Alberto Fernández con su par francés Emmanuel Macron en el encuentro que tuvieron en el marco de la gira oficial por Europa.

El grupo de acreedores de gobiernos ricos conocido como el Club de París está dispuesto a retrasar un pago de deuda de 2.400 millones de dólares de Argentina que vence este mes si el país cumple con ciertas condiciones, evitando potencialmente un incumplimiento perjudicial, según tres personas con conocimiento directo de las negociaciones.

El Club evitará que Argentina caiga en la cesación de pagos si no cumple con el pago del 31 de mayo, con la esperanza de que el país pueda renegociar el crédito de 45.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, dijo una de las personas, que pidió no ser nombrada porque las conversaciones son privadas.

Un acuerdo con el FMI podría no llegar hasta después de las elecciones de mitad de período de Argentina a finales de este año, dijo la persona, declinando especificar las condiciones que el grupo está exigiendo.

La secretaría del Club de París declinó hacer comentarios, citando su política de no discutir públicamente las negociaciones en curso. La oficina de prensa del Ministerio de Economía de Argentina no respondió inmediatamente a la consulta.

El presidente Alberto Fernández amplió su gira europea para reunirse con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en Roma el viernes, en un intento de conseguir apoyo para un retraso y renegociaciones con el FMI. Argentina ha solicitado formalmente al Club de París más tiempo para realizar el pago y espera recibir una respuesta a finales de mes.

"El llamado es a llegar a un acuerdo lo antes posible, pensamos que no podemos pensar en un acuerdo que exija mayores esfuerzos a los argentinos", dijo Fernández tras la reunión, que duró más de una hora en una sala de reuniones del hotel Sofitel de Roma.

El rendimiento de los bonos argentinos denominados en dólares que vencen en 2038 apenas varió el viernes, situándose en el 14,3%. El peso ha perdido casi un 11% este año en la segunda mayor depreciación entre las monedas de los mercados emergentes.

El vencimiento con el Club de París llega en un momento difícil para el Gobierno, con el país en su tercer año de recesión, la inflación acercándose al 50% y el desempleo por encima del 10%. Aunque las estimaciones de los analistas sobre sus reservas en efectivo varían, algunos cálculos las sitúan cerca de cero desde septiembre de 2020, lo que limita la capacidad de Argentina para cumplir con sus obligaciones internacionales.

Paria internacional

La exención temporal tiene como objetivo aliviar los estragos económicos causados por la pandemia, pero debe estar atada a condiciones para que no se convierta en un hábito, dijo una de las fuentes. Argentina ha dejado de pagar su deuda externa nueve veces en su historia.

"Nadie quiere que Argentina vuelva a ser un paria internacional", dijo Rodrigo Olivares-Caminal, profesor de derecho bancario y financiero en la Universidad Queen Mary de Londres.

"Un impago sería negativo para Argentina y sus acreedores. Pero me preocupa el problema endémico de la balanza de pagos de Argentina." En mayo de 2014, Argentina llegó a un acuerdo con el Club de París para pagar una deuda de 9.700 millones de dólares después de 13 años de default. Se suponía que la deuda se pagaría en un período de cinco años, pero los últimos problemas financieros del país retrasaron los pagos finales que vencen este mes. Entre los acreedores se encuentran el Reino Unido, Italia, España y Canadá.

Una norma del Club de París conocida como "principio de condicionalidad" establece que el grupo sólo negocia la reestructuración de la deuda con deudores que tengan "un historial demostrado de aplicación de reformas en el marco de un programa del FMI", según el sitio web del grupo. Argentina dejó de seguir las directrices de un programa con el FMI tras un cambio de administración a finales de 2019, y las conversaciones para un nuevo plan se han estancado.

Kristalina Georgieva no mencionó avances concretos

Tras reunirse en Roma este viernes con el presidente Alberto Fernández, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, no mencionó avances concretos, pero dijo que el encuentro fue “muy positivo” y que “tomó nota” del reclamo argentino de reformar la política de sobrecargos.

En un comunicado emitido desde Washington, Georgieva señaló: “Tuve una reunión muy positiva hoy con el presidente Alberto Fernández de Argentina. Fue un verdadero placer conocer finalmente al presidente Fernández cara a cara, que destacó los beneficios del diálogo en persona”.

Sobre el encuentro, la funcionaria destacó el dialogo que mantuvieron sobre la batalla contra la pandemia del coronavirus: “Hablamos sobre la necesidad urgente de continuar luchando contra la pandemia de Covid-19 para preservar vidas y medios de subsistencia, así como los desafíos únicos que enfrentan los países de ingresos medios. En este sentido, discutimos la importancia de la cooperación global para asegurar una recuperación económica más equitativa y duradera especialmente en los países vulnerables”.

Y agregó: “También discutimos los esfuerzos importantes que están realizando las autoridades argentinas para abordar los profundos desafíos sociales y económicos que enfrenta el país, que se han visto agravados por la pandemia. Con ese fin, expresé mi solidaridad con el pueblo argentino en estos tiempos difíciles”.

La funcionaria mencionó luego el tema central de la reunión, las negociaciones que se están llevando con el organismo para refinanciar el préstamo de 44.000 millones de dólares que se otorgó en 2018, con un mensaje similar al que emite el Fondo cada vez que se habla sobre el tema.

“También nos comprometimos a continuar trabajando juntos en un programa respaldado por el FMI que puede ayudar a Argentina y a su gente a superar estos desafíos, fortaleciendo la estabilidad económica, protegiendo a los más vulnerables y sentando las bases para un crecimiento más sostenible e inclusivo”.

En lo que fue el párrafo más relevante del comunicado, la funcionaria señaló: “También tomé nota de la solicitud del presidente Fernández de reformar la política de sobrecargos del FMI y consultaré con nuestros miembros sobre este tema”.

El Gobierno busca extender los plazos y alcanzar un plan de facilidades extendidas con el Fondo, en paralelo a la postergación del vencimiento de U$S2.400 millones del Club de París, que vencen a fin de mes y que se busca una ventana de negociación de 60 días.

Estos temas fueron los más importantes de los encuentros que Fernández tuvo con los líderes de Portugal, España, Francia e Italia. Y también con Georgieva. El presidente también planteó la cuestión de la redistribución de los Derechos Especiales de Giro (DEG) para países con ingreso medio y la reducción de las sobretasas que se cobran por estatuto a los países que tiene un acuerdo de “acceso excepcional” como el otorgado a la Argentina.

De todos esos reclamos, (el más urgente es el próximo vencimiento del acuerdo de París) Georgieva solo dijo que “tomó nota” de la cuestión de las sobretasas.

Para este año, el sobrecargo de la Argentina, 2 puntos porcentuales por encima de la tasa, equivale a unos U$S950 millones.

A la salida de la reunión, Fernández había dicho: “Le conté mi charla con los líderes europeos, y bueno, vamos a ver como seguimos. Le planteé nuestra mirada sobre los cargos extras y sobre los plazos. El Club de París está atado al tema del Fondo, es un tema subsidiario", dijo.

"Insistí en mis planteos que tienen que ver con la reducción de las sobretasas, extender los plazos, Hay que entender que no podemos pensar en un acuerdo que exija mayores esfuerzos al pueblo argentino", agregó.

Para cerrar el comunicado, Georgieva señaló: “Nuestro objetivo sigue siendo ayudar a Argentina a construir un futuro económico próspero para todos”.