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 Clarín - Economía

Negociación por la deuda: el FMI advierte que "hay diferencias de opinión" dentro del Gobierno. Daniel Marx: "El torniquete del cepo le impide al país aprovechar el contexto de liquidez mundial"

Alejandro Werner, el jefe del organismo para el Hemisferio Occidental, reconoció que existe 'incertidumbre' y que las negociaciones 'se estiraron más de lo esperado'

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Un funcionario del Fondo reconoció que perciben que el Gobierno decidió postergar el acuerdo para después de las elecciones de octubre

Las negociaciones del Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional por la reestructuración del mega préstamo de US$ 45.000 millones que el organismo hizo al país en 2018 pareciera seguir estrategias distintas. Mientras la Casa Rosada manifestó el mes pasado una postura un poco más intransigente, el ministro de Economía, Martín Guzmán, busca acercar posiciones para alcanzar un acuerdo.

Ahora, un funcionario del FMI afirmó que el organismo percibe esa tensión: "Parece que hay diferencias significativas de opinión dentro de la alianza política del presidente Fernández sobre la dirección que deben tomar, tanto en lo que respecta a la política como a las negociaciones con el Fondo”, dijo Alejandro Werner, el jefe del organismo para el Hemisferio Occidental.

Werner reconoció que la conclusión está demorando más de lo esperado en alcanzarse y se refirió al canje de deuda que el país realizó en septiembre pasado como un proceso que aún genera incertidumbre. En una conferencia virtual organizada por S&P, afirmó que  Werner afirmó que si bien la relación con el Gobierno "es constructiva", las negociaciones "se han alargado más" de lo previsto.

“Estamos trabajando para estar listos cuando el Gobierno quiera finalizarlo y acelerarlo. Creo que estamos en condiciones de hacerlo, pero es cierto que las negociaciones se han alargado más de lo que quizás pensábamos... para estar listos en la primera mitad de este año”, dijo y añadió: “Hay una interpretación por nuestra parte de que quizás el Gobierno siente que (será) mucho mejor emprender esta negociación política después de las elecciones y no antes”, reconoció el funcionario.

Respecto de la interpretación del mercado sobre la solidez de la deuda que el país reestructuró en 2020, reflejada en los deprimidos precios de los bonos argentinos, que ya cotizan en torno a los US$ 30 centavos,  Werner dijo: "Todavía hay mucha incertidumbre sobre el camino de la política económica de Argentina para hacer sostenible la deuda del país" y explicó: "Siempre hay al menos dos patas en cualquier reestructuración. Una es cómo se cambian los términos de los contratos de deuda, la otra es cómo se cambian las políticas para que la nueva deuda sea sostenible. Y creo que en esa segunda etapa es donde tenemos mucha incertidumbre”

Las declaraciones de Werner se produjeron casi al mismo tiempo que el ministro de Economía, Martín Guzmán exponía en la reunión Plenaria del Comité del FMI, donde pidió por la reasignación de DEGs y suspensión de sobrecargos para países de ingresos medios. "Argentina apoya firmemente la nueva asignación general de DEG por un monto de US$ 650.000 millones. Esto ayudará a proporcionar a los países en desarrollo la liquidez que tanto necesitan", dijo Guzmán y remarcó: "Una suspensión de los recargos de tasa de interés en los programas de préstamos del FMI ayudaría a los países en dificultades".

En ese punto, Guzmán se refirió al exitoso canje que encabezó el año pasado y dijo: "Argentina reestructuró su deuda a pesar de la crisis de 2020. Al comienzo de las negociaciones, solicitamos asistencia técnica al FMI y el análisis realizado contribuyó a un proceso de reestructuración de deuda soberana más ordenado y mejor anclado. Después de unos meses, pudimos llegar a un acuerdo y no habrá ningún litigio en el futuro", aseguró el Ministro.

Guzmán retomó el pedido que los países del G24 hicieron al comienzo de la semana para revisar la política de sobrecargos por los intereses de la deuda, algo que afecta a naciones en desarrollo. "Es muy importante tener una revisión de la Política de Límites de Acceso y Recargos del FMI. Hoy en día, penaliza a los países en las circunstancias más adversas, es regresiva y procíclica", dijo y añadió: "Esta política debe revisarse y, mientras tanto, una suspensión de los recargos ayudaría a los países en dificultades", manifestó.

Daniel Marx: "El torniquete del cepo le impide al país aprovechar el contexto de liquidez mundial"

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La segunda ola del coronavirus y las medidas que el Gobierno ha comenzado a tomar para mitigar su impacto tendrán un efecto negativo en la economía. Según el economista Daniel Marx: "Argentina llegó endeble a la pandemia" y el país "no está aprovechando el enorme contexto de liquidez mundial que podría servir para mitigar su impacto, tanto en el nivel de actividad como en el tipo de cambio".

El ex secretario de Finanzas expuso este jueves en un panel en conjunto con Douglas Elespe, presidente de la calificadora de riesgo Fitch en un congreso virtual organizado por la Cámara de Sociedades.

En un diagnóstico sobre cómo el país puede hacer frente a los desafíos que plantea la pandemia en 2021, afirmó: "Seguimos teniendo problemas de inflación y nos aparece la segunda ola. Pero, aún con una crecimiento de 7% para este año, el Producto para Argentina va a ser 9% abajo de lo que tuvimos tres años atrás".

"Hay distintas crisis, que van desde lo cambiario hasta el funcionamiento del aparato social y productivo. Esto, incluso no fue una novedad de los dos años previos a la pandemia, sino que si observamos la trayectoria de la Argentina en diez años vemos que es un movimiento de serrucho: a veces, la cosa mejora un poco, después se vuelve a caer", dijo y llamó a "revisar muy seriamente el funcionamiento del aparato económico: estamos acumulando desequilibrios, estamos generando un problema de confianza aún mayor, no estamos utilizando los recursos disponibles de manera inteligente. Al contrario, parece que estamos perdiendo desde capital humano hasta capital monetario".

En este punto, Marx afirmó: "En estos momentos hay una enorme liquidez internacional. El principal proveedor de moneda de reserva es Estados Unidos, que el año pasado tuvo un déficit fiscal de unos 15 puntos del producto, y la gran mayoria se monetizó. Esto se reparte en el mundo y va hacia las reservas de los distintos países. Argentina vio el impacto positivo de esto con una mejora de los commodities y la emisión de los DEG", dijo en referencia a los US$ 4.354 millones que el Fondo Monetario le giraría al país este año. Pero "estamos administrando reservas como si se acabara el mundo y como si esa liquidez no existiera", aseguró.

El economista aseguró que frente a la incertidumbre cambiaria el cepo es "un paliativo". "Funciona como un torniquete de salida. Pero esas válvulas de salida funcionan como válvulas de entrada y mientras exista este marco, que hace que muchos crean que la manera de defenderse es salir del peso y de la Argentina, no estamos proporcionando la posiblidad de entrada de esos dólares, en un momento donde lo podríamos aprovechar enormemente y con eso, mitigar muchísimo los efectos de la pandemia", finalizó.

En coincidencia, Douglas Elespe afirmó: "Hay algunos problemas macro que generan atesoramiento. Es decir, huída de capitales del circuito del país. Ya sea que lo guarden debajo del colchón o afuera, tiene el mismo efecto: es riqueza que no se aprovecha, es un desincentivo a la inversión productiva y por lo tanto afecta el nivel de empleo".

El analista afirmó: "Son fallas sobre las que se tiene que tomar una decisión díficil. Siempre es el mismo dilema del corto plazo versus el largo: hay ganadores y perdedores", dijo. 

"Algunos cálculos que se hacían era que se podía volver a recuperar parte del producto perdido, pero la pandemia 2.0 va a significar una retracción por lo menos de un punto en el PBI", dijo Elespe, aunque afirmó que por el efecto de una segunda ola, la previsión para este año se acercará a un escenario más negativo con una mayor tasa de inflación, menor crecimiento y en el cual "el Gobierno deberá actuar de forma muy inteligente para cuidar el déficit".