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 Clarín - Economía

En medio de las negociaciones por el nuevo acuerdo, el Gobierno le paga hoy US$ 315 millones al FMI. Pese a las fuertes restricciones, en 2020 salieron del Banco Central casi US$ 18.000 millones

Es el primero de los siete pagos que debe concretar este año ante el organismo si no se alcanza un nuevo acuerdo.

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Argentina le paga US$ 315 millones al FMI.

El Gobierno afrontará hoy un vencimiento por US$ 315,6 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras negocia un nuevo acuerdo para reprogramar unos US$ 44.000 millones de deuda, que aspira alcanzar antes de fines de mayo.

Se trata del primero de siete pagos pautados para 2021 que -entre capital de intereses- totalizan unos US$ 14.850 millones, aunque el vencimiento más fuerte es recién en septiembre próximo.

El pago de hoy no está vinculado al crédito de US$ 44.000 millones que Argentina obtuvo en 2018, sino que se relaciona con la membresía del país en el organismo internacional. Estos US$ 315 millones son una combinación de aportes a la Tesorería que debe cumplir cada uno de los miembros y de la tenencia de Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda del FMI.

A lo largo del año, el país tiene por delante otros tres pagos similares por US$ 1.000 millones en total.

En paralelo, el Gobierno está negociando un nuevo acuerdo con el Fondo que permita reprogramar los vencimientos de deuda de este año y eventualmente acceder a nuevos fondos.

En septiembre el país debe pagar la primera cuota del acuerdo vigente por un monto de US$ 1910 millones, mientras que la segunda vence en diciembre.

El presidente Alberto Fernández afirmó el último jueves durante su disertación en el Foro de Davos que "el diálogo con el FMI está en marcha y es muy constructivo", mientras que el ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó que el Gobierno aspira a tener cerrado un nuevo acuerdo con el organismo antes de mayo, de manera de poder encarar las negociaciones con el Club de París.

La meta de fines de mayo a la que aspira el Gobierno tiene que ver con el vencimiento de US$ 2.400 millones con el Club de París, previsto inicialmente para fines de abril y que puede ser cancelado con una mora de hasta 30 días.

El Club de París, un foro de países que no tiene la estructura de organismo con la que cuenta el FMI, tiene "una regla no escrita" que establece la necesidad de contar con un aval previo del Fondo para poder realizar cualquier reestructuración de la deuda, recordó a Télam una fuente al tanto de las negociaciones.

Es por ello, continuó, que si la Argentina alcanza un acuerdo con el FMI, será la llave para acordar también con el Club de París.

En este contexto, la fuente no descartó que comiencen a desarrollarse "negociaciones en paralelo", tanto técnicas como políticas, para poder llegar con los tiempos.

La Argentina debía afrontar el pago de US$ 2.000 millones en abril del 2020 y solicitó un "waiver" (dispensa) por un año, previsto en el contrato.

Esa deuda tiene un interés del 9% anual, y es remanente de los casi US$ 10.000 millones que la Argentina renegoció con el Club de París en 2014.

Pese a las fuertes restricciones, en 2020 salieron del Banco Central casi US$ 18.000 millones

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A pesar de que durante 2020 la balanza de comercio exterior registró un superávit de 12.528 millones de dólares, según los datos del INDEC, las reservas del Banco Central no solo no aumentaron sino disminuyeron en U$S 5.438 millones. Hubo así una “sangría” de casi U$S 18.000 millones por menores liquidaciones del comercio exterior, pagos de servicios, de intereses y de préstamos financieros  y compras netas de dólares de empresas y particulares.

Entonces, ¿por dónde se fueron semejante cantidad de dólares?

Una parte- y nada menos que U$S 4.036 millones- directamente no ingresaron al país. Es que en base a la liquidación de las divisas de los exportadores y las compras de dólares de los importadores, el Banco Central informó que en los 12 meses de 2020 hubo un superávit comercial de US$ 8.492 millones, según el informe sobre la “Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario” del Banco Central difundido este viernes.

Para el mismo periodo de enero a diciembre, en base a lo facturado o devengado, el INDEC informó un saldo positivo de US$ 12.528 millones.

La diferencia se explica porque  mientras los números del INDEC reflejan lo que exportadores e importadores declararon ante la Aduana, el Banco Central considera los dólares que ingresaron o salieron por el mercado oficial de cambios por las liquidaciones de los exportadores o pagos de los importadores.

Lo que pasó es que hubo menores liquidaciones de exportaciones y mayores pagos de importaciones. Para aprovechar el dólar comercial, los importadores hicieron pagos anticipados de compras del exterior y mayores operaciones “al contado”, comprando del exterior "más de la cuenta"

También quedaron menos dólares en el país por lo que en lo que se conoce como “rulo cambiario”: sobrefacturar compras para acceder y remitir al exterior una mayor cantidad de dólares al tipo de cambio oficial y del lado exportador, subfacturar ventas para disminuir las retenciones (“derechos de exportación”) y disponer de una mayor cantidad de dólares en el exterior y/o para vender por los mercados paralelos.

Por su parte, fundamentalmente vinculado al comercio exterior, durante 2020 hubo pagos netos por servicios, fundamentalmente fletes y seguros, por U$S 1.596 millones.

El rubro financiero se llevó U$S 12.433 millones netos, entre ingresos y devoluciones de préstamos, pagos de bono, intereses y “formación de activos externos”, que incluye la compra de dólares de ahorristas.

Los pagos de intereses del sector público y privado sumaron $ 3.286 millones. Por ejemplo, los pagos oficiales de intereses al FMI sumaron 4 transferencias por U$S 1.321 millones.

La “formación de activos externos” se llevó $ 3.053 millones. Y poco más de U$S 6.000 millones netos se destinaron al pago de bonos, préstamos y financieros del sector público y privado.

En base a todos estos números, Jorge Neyro, economista de ACM Consultores, señala que “la diferencia entre el ingreso de dólares comerciales y la salida de dólares de las reservas -casi US$ 18.000 millones- fue en su mayoría por la demanda del sector privado. El pago de deudas por importaciones y préstamos y la compra de dólares para ahorro fueron muy importantes, al punto que el Banco Central debió imponer mayores restricciones en estos rubros. Los pagos de deuda pública, incluyendo pagos al FMI, también contribuyeron al drenaje de reservas, especialmente en la primera parte del año”.