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 El Cronista Comercial

Entre el caos económico y la recesión: los bendecidos, los rotos y los del medio

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Entre el caos económico y la recesión: los bendecidos, los rotos y los del medio

Lejos están los mercados internacionales de poder determinar todavía a dónde nos llevará esta infinita e inmensa pandemia. Todavía toda tragedia sanitaria es posible si bien en las últimas semanas se observa un mercado que intenta dejar atrás dos fuentes de incertidumbre reciente y concentrarse en una tercera. Primero, parecería que en los principales países del G10 el aspecto sanitario de la pandemia comenzaría a estar en un control relativamente razonable. Segundo, es muy evidente que los estímulos fiscales y monetarios están por todos lados al punto tal que la agresividad monetaria y fiscal observada en la crisis del 2008 parece poco relativo a todo lo que estamos viendo y lo que veremos. Tercero, no queda claro en absoluto la dimensión del daño económico, ni el tiempo que le tomará a la economía global para curarse definitivamente de los múltiples perjuicios generados por las cuarentena que se observan en el planeta entero.

De esta forma, en un mundo en donde las primeras dos fuentes de incertidumbre se controlan y sobrevive la tercera, la pandemia ha marcado diferencias notables en la performance de sectores de la economía real y del mercado de activos. Los “bendecidos” de esta novela, son principalmente los sectores relacionados a tecnología de punta o sea, los “Google” de este mundo. De esta forma, la performance del sector tecnológico en USA ha sido significativamente positiva en especial desde el formidable rebote que hicieron los mercados de equity en estas últimas semanas. Con pandemia o sin ella, va quedando claro un nuevo mundo en donde estas compañías son la principal fuente de valor y no parecería que dicha dinámica quisiera cambiar por ninguna circunstancia. También quedan los “rotos” de esta historia representados por sectores de la economía real que ya han visto la violencia de la cuarentena en toda su dimensión. Para un mundo en donde la interacción humana física se ha limitado como nunca hemos visto en nuestras vidas, el consumo de energía, de hoteles, de casinos, de cruceros, por citar algunos, ha colapsado a niveles absolutamente impensados.

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Por ejemplo, para un sector energético que vio operar al spot del petróleo en “-40” hace solo un par de días, no hace falta explicarle que el virus ha generado en ese mercado una verdadera tragedia. De esta forma parecería que la violencia del shock real está totalmente sincerada y absorbida en este tipo de industrias que podrían estar haciendo piso en tanto y en cuanto no tengamos una nueva catástrofe no descontada por el mercado con el S&P arrastrando todo nuevamente. Y finalmente, están los “del medio” representados por sectores que podrían tener descontado solamente una parte del tsunami que se les viene. Un sector que puede tomarse como ejemplo clásico de esto es el financiero. Si bien los bancos saben que se les viene una ola global de morosidad y reperfilamientos varios, todavía esa ola no llegó en su totalidad efectivamente. De esta forma, mientras que el sector energético observa desde hace semanas la total violencia del shock, otros sectores como el financiero, recién ahora empezarán a sufrir lo que se les viene encima.

Se observa entonces un mapa de precios y performances relativas muy heterogéneo en el universo total de activos. Los “bendecidos” disfrutan y disfrutarán de un mundo que les seguirá jugando a favor cualquiera sea el resultado final de la pandemia en la medida que el mismo culmine con un resultado aceptable. Los “rotos” esperan que finalmente se estabilice la economía real para recuperar y los “del medio” no saben bien cuanto mayor dolor habrá que tolerar en los próximos 18 largos meses. Lo cierto es que esta tríada aplica no solamente a la economía de USA. Uno podría aplicar la misma trilogía de clasificación a mercados emergentes. Por un lado, los de alto componente tecnológico como India, serán probablemente los bendecidos de esta década. De hecho, la performance del INDA, ETF que replica equity del mencionado país, absorbió relativamente bien toda la negatividad global. Del otro lado, “los rotos” compuestos por Brasil, Argentina, por citar algunos, son países a los que el shock descolocó muy significativamente con muy poco espacio para política fiscal y monetaria. Y los “del medio” bien podrían estar representados por países como Turquía, Sudáfrica que navegarán esta ola de negatividad pegándose al promedio de emergentes.

Y finalmente, esta terna aplica también al bloque mundial de países. Los “bendecidos” serán aquéllos que afrontaron al coronavirus con un stock de credibilidad y riqueza que les permitió hacer política fiscal y monetaria muy agresiva y con relativos pocos costos. Ejemplo de estos países serían Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Estados Unidos. Los “rotos” quedan compuestos por países de economías emergentes y países europeos que han absorbido relativamente con mayor crudeza los embates del pandemia. Y los “del medio” serían aquellas economías europeas que más o menos surfearon la negatividad mitigando costos como Holanda, Alemania, Portugal, Grecia, por citar algunos. De una u otra forma, la raza humana sobrevivirá a este virus que nos viene cambiando la vida.

El mundo seguirá de pie pero con perfiles totalmente cambiados. Habrá entonces una lista de ganadores, de neutrales y de perdedores fuertes. ¿Qué podría salvar a los emergentes rotos? Un enorme rally en commoditiesy el mismo bien podría ocurrir ante un mundo que shorteará al dólar contra cualquier cosa como en 2009 y dada la enorme magnitud de la emisión actual. El mundo literalmente esquivará la devaluación del dólar vía la compra masiva de activos o lo que en criollo se define como: reflación. Otra vez la misma historia del 2009.