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 El Cronista Comercial

Qué chances tiene el Gobierno de lograr un buen acuerdo de deuda y obtenerlo rápidamente

El Gobierno se autoimpuso el 31 de marzo como fecha para solucionar el tema de la deuda. Analistas creen que es un objetivo desafiante.

Qué chances tiene el Gobierno de lograr un buen acuerdo de deuda y obtenerlo rápidamente

El calendario de pagos de la deuda argentina le impone al Gobierno cierta presión para poder solucionar la cuestión de la deuda en los próximos meses. Sin embargo, el proceso de reestructuración de la deuda no suele ser sencillo ya que consta de negociaciones con los acreedores en base a propuestas que se van formulando desde e Gobierno y exigencias desde los tenedores de los bonos para aceptar la misma.

La propia administración del Frente de Todos (FdT) se autoimpuso llegar a una solución antes de fines de abril. En ese sentido, la pregunta clave en esta estancia es si, dada la complejidad del proceso y teniendo en cuenta el calendario de pagos exigente, ¿se puede llegar a un acuerdo bueno y rápido? Las opiniones son encontradas.

Alberto Fernández  afirmó que para el 31 de marzo próximo el gobierno deberá haber encontrado una solución para el tema de la deuda. Hay un consenso entre analistas sobre el hecho de que resulta fundamental resolver dicha cuestión para poder encarar un proceso de recuperación económica sustentable a mediano plazo. Caso contrario, los riesgos de que la crisis se profundice serian aun mayores. El problema no menor es que hay poco tiempo (y pocos avances hasta ahora) para solucionar dicha cuestión.

Para Marcelo Blanco, asesor financiero y ex secretario de Finanzas de la Provincia de Buenos Aires entiende que la política contaminó lo técnico y acortó los plazos.

La necesidad de tener un acuerdo macrofiscal que le de soporte a la propuesta financiera de reestructuración, sumado a los procesos de negociaciones y aceptaciones hacen que la fecha tentativa del 31 de marzo sea, en mi humilde opinión, agresiva. Hay una clara voluntad de los inversores de sentarse a negociar con el Gobierno pero 60 días de acá en más parece un desafío grande”, afirmó.

Por su parte, Diego Chameides Líder de Estrategia de Mercado de Banco Galicia señaló que hay antecedentes de procesos de restructuraciones rápidas y exitosas y una característica común de ellas es que se trató de restructuraciones preventivas, es decir, que se evitó el default  mientras se negociaba. Sin embargo, el especialista considera que llegar al 31 de marzo es un objetivo demandante.

“La necesidad de tener un acuerdo macrofiscal que le de soporte a la propuesta financiera de reestructuración, sumado a los procesos de negociaciones y aceptaciones hacen que la fecha tentativa del 31 de marzo sea un desafío". 

“Esto mismo está intentando hacer Argentina y es un dato alentador. Sin embargo, este tipo de restructuraciones demandaron 1 año en promedio (hay casos extremos como el uruguayo que se ejecutó en solo 2 meses). Además, el proyecto de ley que envió el Ejecutivo al Congreso esta semana incorpora algunas cláusulas que pueden demorar la transacción, como por ejemplo un requerimiento de aprobación de la SIGEN para contrataciones. Por lo tanto, llegar al 31 de marzo parece una tarea demandante, aunque no imposible”, dijo el líder de estrategia de mercado de Banco Galicia.

Se agotan las reservas

Los compromisos de deuda que enfrentó Argentina recientemente fueron pagados con reservas internacionales del BCRA . De todos modos, no se puede especular con que toda la deuda pueda ser pagada con reservas ya que las mismas se agotarían.

Marcelo Otermin, head Portfolio Manager de ICBC Investment destacó que el apuro viene por el peso de los vencimientos en dólares que si se continúan pagando, en mayo quedarían comprometidas las reservas netas.

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“Si bien se comenzaría a quedar comprometidas las reservas netas, al ser la mayor parte de ley local, si no hay acuerdo rápido hay riesgo de "reperfilamiento" a la espera del acuerdo por los bonos de ley extranjera”, consideró Otermin.

Ayer, y gracias a mayores liquidaciones de exportadores, la autoridad monetaria terminó comprando cerca de u$s 50 millones a lo largo de la rueda, lo que generó un aumento muy similar en las reservas, del orden de u$s 58 millones. Asi, las reservas cerraron ayer en u$s 45.418 millones.

Los próximos meses son clave

En cuanto a los tiempos, desde el mercado esperan que entre fines de enero y comienzo de febrero tiene que estar presentada la propuesta. Hay pocos avances en cuestiones de negociación de la deuda aunque esta semana el Ejecutivo envió un proyecto de ley al Congreso para restaurar la sostenibilidad de la misma.

Sin profundizar en los detalles del proyecto, que indicó debe ser tratado y discutido en el Congreso, el Ministro de Economía, Martin Guzmán afirmó que "esta Ley nos dará las condiciones para poder reestructurar y ejecutar las operaciones necesarias para lograr el objetivo de la sostenibilidad de la deuda pública".

Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa (IEB), entiende que la estrategia oficial era, en diciembre preparar el terreno fiscal para lograr una proyección de sustentabilidad, en enero escuchar todas las voces y preparar la propuesta que debería estar entre finales de mes y comienzo de febrero.

“Hay una restricción de tiempos, por la cantidad de dólares. Esperemos que durante marzo comencemos a ver un poco de luz, aunque es difícil saber hoy, si se lograran los tiempos. Lamentablemente, queda claro, que, si no se llega a tiempo al 31 de marzo, la jurisdicción argentina tendrá que ser reestructurada por decreto”, sostuvo Sosa.

Marcelo Otermin, head portfolio Manager de ICBC Investment remarca que, según los casos de reestructuración de los últimos 20 años, existe una relación directa entre quita a valor de mercado y plazo de negociación.

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La reestructuración más rápida fue la de Uruguay que se concretó en dos meses con una quita de 10% a valor de mercado. En otro extremo de velocidad está Moldavia que en unos cuatro meses cerro una quita del 37% y en el medio Ucrania con quita de 18% también en cuatro meses”, recordó Otermin.

Datos de la deuda y posibles quita de capital

Según datos al 31 de diciembre pasado, el total de la deuda pública argentina alcanza los u$s 323.127 millones, suma que representa el 95% del PBI. El 80% del total de la deuda está nominada en moneda dura. A su vez, de ese total, Argentina tiene compromisos de deuda para este 2020 por u$s 69.700 millones y si se excluye vencimientos intra-sector público, las obligaciones caen a u$s 36.217 millones.  El monto de la deuda es por demás significativo y a ello hay que sumarle que dentro de ese total hay deuda en pesos y en dólares. A su vez, dentro de las obligaciones en moneda extranjera hay bonos emitidos bajo distinta legislación y bajo distintas clausulas. Los tenedores de los instrumentos argentinos son variados de modo que el proceso se torna aún más complejo.

Actualmente, lo más importante es el objetivo del gobierno en términos de quita agregada y tratamiento entre ley local y extranjera para que los tiempos se ajusten a las necesidades del Gobierno. Dada la historia en relación a la quita y la velocidad en que los procesos de negociación de deuda se resolvieron, Argentina enfrenta un dilema en el que le conviene poder lograr una quita sustancial (desde el lado fiscal), aunque las chances de aceptación ante dicha propuesta serian reservadas.

Según datos al 31 de diciembre pasado, el total de la deuda pública argentina alcanza los u$s 323.127 millones, suma que representa el 95% del PBI. El 80% del total de la deuda está nominada en moneda dura. 

Otermin señaló que el tamaño de quita que se requiere es un tema en discusión, el cual que no está claro. Argentina deberá alcanzar una quita sustancial para poder llevar el ratio de deuda sobre PBI a niveles razonables.

El ratio de deuda sobre PBI de los países que reestructuraron quedó en 70/75%. La información oficial de septiembre muestra una deuda bruta de 91,6% con tipo de cambio de fin de periodo y 68,1% con el promedio anual. Si miramos deuda neta de intra-sector público, los ratios bajan a 57,3% y 42,6% respectivamente. En un paper reciente del FMI se calcula para países emergentes un techo de 58% cuando se financia 100% con moneda extranjera. El mismo considera un crecimiento promedio del PBI del 5%. Ahí es donde la comparación no nos favorece, ya que desde 1998 nuestro crecimiento ha promediado 1,6%”, afirmó el Marcelo Otermin.