El nuevo escenario financiero: cómo ven los analistas la economía que viene y dónde aconsejan invertir
Acumular reservas y llegar a un riesgo país de 400 puntos son dos hitos claves para que el optimismo que ganó al mercado luego de las elecciones persista y el país pueda volver a emitir deuda; perspectivas para acciones y bonos
A un mes de las elecciones legislativas cuyo resultado nadie vio venir, los activos locales se mantienen firmes, el Merval medido en dólares superó los US$2000 y el riesgo país llegó a perforar los 600 puntos básicos, un umbral que hacía años no testeaba.
La Argentina pasó de peregrinar por los pasillos de organismos internacionales en busca de un salvataje urgente a estar en la lista de recomendados de los principales bancos de inversión. ¿Se terminaron los problemas y las alarmas que sonaban hace menos de 40 días?
No. Nada es tan lineal. A la Argentina le falta rendir algunos exámenes claves para reinsertarse en el concierto mundial, dejar de lado la incertidumbre, captar capitales de largo plazo y dar definitivamente vuelta la página.
Pruebas de fuego
“El mercado seguirá atento a cómo el Gobierno sostendrá el diálogo con las provincias, condición necesaria para avanzar en las postergadas reformas estructurales y en el plano económico persiste un interrogante que el mercado no da por saldado y es el de cuál es la configuración del esquema cambiario de equilibrio para nuestra economía”, plantea Gustavo Araujo, head of research de Criteria.
Suma que “si bien el peso mostró cierta fortaleza en la última semana, todo sugiere que el mercado sigue descontando que el actual esquema cambiario no es sostenible en el largo plazo y que aún hay espacio para la adopción de regímenes alternativos que permitan al dólar converger hacia un nivel de equilibrio genuino”.
Pedro Siaba Serrate, head of research & strategy de PPI, hace énfasis en fortalecer el frente político. ”Más allá del resultado electoral en sí, es muy importante el llamado al diálogo del Presidente a la oposición moderada para armar una mayoría parlamentaria y buscar la aprobación de reformas estructurales”, dice.
“Hay dos desafíos principales que está monitoreando el mercado. Por un lado, la necesidad de acumulación de reservas, dado que esto facilitaría el acceso de la Argentina a los mercados internacionales. Por el otro, fortalecer el diálogo político para lograr consenso en relación con el Presupuesto 2026 y las reformas estructurales que el Gobierno quiere impulsar, como la laboral”, analiza de por su parte Jonathan Spitz, Head Sales Trader en Balanz y subraya que no se debe olvidar que el éxito electoral fue un “respaldo importante al modelo de gobierno, pero eventos que disminuyan la percepción de fortaleza del Ejecutivo podrían rápidamente sumergirnos en una dinámica similar a la que se vio post elecciones de la provincia de Buenos Aires” .
Las miradas son en general coincidentes. Cambió evidentemente el clima después del 26 de octubre pero los focos de tormenta aún están en el horizonte y son variados.
Martín Polo, Jefe de Estrategia en Cohen Aliados Financieros, analiza en su informe de perspectivas que “el resultado electoral dejó al oficialismo en una posición política mucho más sólida, con una cantidad de legisladores que le permitirá avanzar en una agenda de reformas estructurales, aunque no sin antes negociar acuerdos con otras fuerzas políticas, incluso con el peronismo, y disipó el riesgo de gobernabilidad. Esto se reflejó en las valuaciones, con un rally alcista histórico”. Sin embargo, subyacen, dice, debilidades latentes.
“Insistimos en que el esquema cambiario actual, con un piso de banda irreal, impide al BCRA comprar divisas, lo que limita la acumulación de reservas y la remonetización de la economía”, afirma Polo y agrega que “consideramos que este último punto sigue siendo la parte débil del programa y aquella sobre la que el Gobierno deberá brindar mayores precisiones para, al menos, revertir la tendencia de las reservas y lograr que el riesgo país se acerque a los 400 puntos básicos (pb) para volver al mercado financiero en 2026 y refinanciar los vencimientos de deuda”.
Reactivar la economía se vuelve un driver clave. Damián Vlassich, Team Leader de Estrategias de Inversión en IOL, suma en la línea de sus colegas que “de cara a los próximos meses, la economía real comenzará a tomar mayor preponderancia en las decisiones de inversión de los analistas”.
“Por otro lado -avanza Vlassich- la política monetaria será otro de los frentes donde estarán puestas las miradas. Si bien tanto el presidente Javier Milei como el ministro Luis Caputo han deslizado en estos últimos días que el esquema cambiario actual permanecerá, el mercado se encuentra expectante de mayor claridad al respecto”.
En esa línea, y con la mirada puesta en las reservas, Polo es contundente: “Con el Tesoro cuidando su caja de pesos y el BCRA no queriendo comprar para no emitir, las reservas netas no tienen cómo mejorar la tendencia y acercarse a la meta firmada con el FMI, que establecía que tenían que terminar el año con un saldo negativo de US$ 3500 millones. El mercado por ahora no presiona sobre este frente, pero sí espera señales concretas del Gobierno para ver cómo encarará este punto en 2026”.
Para Siaba Serrate, de PPI, “la deuda argentina actualizó su valuación al nuevo paradigma. Los temores de un evento de crédito, medidos en los seguros de default (CDS), comprimieron la probabilidad implícita de incumplimiento a partir de 2027. De hecho, la probabilidad implícita de default a tres años cayó de 53% el viernes pre-electoral a alrededor del 32%”.
Volver al mundo
El siguiente paso de consolidación es que la Argentina pueda volver a los mercados voluntarios internacionales. Es decir, atraer a inversores internacionales con emisiones de títulos públicos.
¿Qué debe ocurrir para que eso se concrete, se pregunta Siaba Serrate? “Más allá de los avances en el armado de las mayorías parlamentarias y la acumulación de reservas, no descartamos una operación con alguna garantía internacional para una primera incursión”, lanza.
Desgrana cómo funcionaría una operación financiera de este tipo de la que no hay antecedentes de uso en la Argentina. “Creemos que Argentina podría estar apuntando a un “Debt-to-education”, similar al “Debt-to-nature” ejecutado en Ecuador en mayo de 2023 o en El Salvador en noviembre de 2024, donde el país obtiene una garantía internacional para garantizar pagos de un nuevo instrumento a un menor costo de financiamiento”.
El economista de PPI avanza en el análisis: “Con los montos capturados en esa colocación, se recompra deuda, mejorando el perfil de pagos y alivianando la carga de intereses, y el país se compromete a utilizar este ahorro financiero en el sector educativo. Será muy relevante seguir de cerca cómo las provincias van allanando el camino para el soberano”.
Milo Farro, analista de Rava Bursatil, hace foco también en el riesgo país y la posibilidad de ver nuevamente emisiones soberanas. “El riesgo país se sitúa en su valor más bajo desde enero y el mercado comienza a ver de cerca la posibilidad de recuperar el acceso al financiamiento internacional”.
Araujo, de Criteria, pone un umbral. “En niveles de riesgo país cercanos a 300–350 puntos básicos, la Argentina podría volver a financiarse en los mercados voluntarios de deuda y recrear un entorno propicio para el ingreso de capitales genuinos de mediano y largo plazo. La dinámica reciente del mercado apunta en esa dirección, aunque todavía queda camino por recorrer”.
Vlassich es optimista. “A los niveles de riesgo país actuales, y teniendo en cuenta la dinámica extremadamente positiva experimentada por la deuda soberana argentina, no es descabellado pensar que, de mantenerse el escenario constructivo, en los próximos meses el Tesoro argentino podría generar el rolleo orgánico de los vencimientos”.
El Team Leader de Estrategias de Inversión enIOL agrega: “Uno de los drivers que apoyaría esta teoría se encuentra sustentado en el análisis de las curvas de los comparables emergentes. En este sentido, la mayoría de los países emergentes exhiben rendimientos por debajo de los dos dígitos, lo que refuerza la idea de que una normalización de precios en la Argentina podría enviar la curva soberana a niveles de países como Pakistán, Egipto o Nigeria que, pese a sus desafíos estructurales, exhibieron una dinámica más constructiva en sus curvas”.
“Aunque parezca que lo que estamos planteando es una situación que podría pecar de optimista, es necesario rememorar que hasta mayo la Argentina rendía lo mismo que los países mencionados, lo que refuerza aún más que tanto Egipto como Pakistán marcan el norte de lo que podría ir a buscar la curva soberana”, enfatiza el analista de IOL.
Empresas al mercado
La normalización de variables, un menor riesgo país y la gobernabilidad garantizada sin dudas mejora el panorama también para las empresas que ya están sacando ventaja sobre el cierre de un año que había sido desafiante.
En ese sentido, José Antonio Molino, Head of Corporate Finance de Moody’s Local Argentina, es contundente: “Hacia adelante, una mayor estabilidad en las tasas de interés y en el movimiento del tipo de cambio pueden llegar a generar una mayor demanda de instrumentos corporativos -obligaciones negociables- de elevada calidad crediticia, con calificaciones AA-.ar o superior.
“Dentro de las oportunidades de largo plazo, prevemos un mayor plazo para las emisiones de ON que actualmente promedian 24 meses y mayores montos de emisión por sobre el actual promedio de US$ 30 a 40 millones por emisión” analiza Molino.
En esa línea se ubicó la reciente emisión de TGS a 10 años de plazo, cupón de 7,75% anual y sobreoferta por parte de los inversores. La empresa colocó US$500 millones pero recibió ofertas por más de US$1300 millones.
“Observamos un fuerte crecimiento en el apetito por demanda de bonos corporativos y consideramos que las emisiones de Tecpetrol e YPF (que fueron previas a la de TGS) a tasas competitivas abren nuevamente la ventana de colocación para la emisión de obligaciones negociables en mercados internacionales”, refuerza Molino.
Polo, de Cohen, pone énfasis en el segmento corporativo: las empresas privadas aprovechan el mejor panorama financiero local para captar financiamiento. Noviembre ya es el mes de mayor monto de colocación de ON durante la gestión del presidente Milei, acumulando US$3150 millones, de los cuales US$2900 millones son bajo legislación extranjera”.
Buscar más valor
¿En qué activos hay oportunidades a mediano plazo después del rally que llevó al Merval medido en dólares por encima de los 2000 puntos y los bonos soberanos a cotizar por sobre 70% de paridad?
En general se observa optimismo en los analistas del mercado para el mediano plazo. Gustavo Araujo, de Criteria, aporta: “Mantenemos una visión positiva en el tramo medio y largo de la curva soberana en dólares y, a pesar de que desde el 26 de octubre han mostrado un rally sin precedentes, creemos que las acciones y, en particular, las del sector energético (Vista, YPF y TGS), tienen aún espacio para ofrecer retornos atractivos”.
“En renta fija -avanza Araujo- preferimos la curva en dólares por sobre las de pesos, destacando el AL30 que creemos tuvo un exagerado castigo producto del spread por legislación” .
En renta variable, menciona el potencial del sector energético y puesto a elegir una “perlita”, el ejecutivo de Criteria apunta directo a Vista Energy, “por su solidez operativa, la calidad de su management y su valuación actual”.
Farro, de Rava, hace zoom sobre la deuda soberana en un entorno de mejora de los niveles de riesgo país y ve las oportunidades en la parte mas larga de la curva de bonos: “Según declaraciones del equipo económico, con un riesgo país de 500-550 puntos básicos es posible pensar en recuperar el acceso a los mercados voluntarios de deuda. Para aquellos inversores que pretendan capturar esa posible compresión en este indicador, los bonos que muestran un mayor potencial de apreciación son los que vencen en 2035 (GD35/AL35) y 2041 (AL41/GD41)”.
Consultado sobre el activo al que le ve mejor recorrido, Siaba Serrate, de PPI, elige el Bonar A38 (AE38, por su ticker -código). “Es nuestro instrumento favorito para apostar por la compresión de riesgo país y normalización del crédito soberano. De hecho, es la mejor forma de percibir una reducción adicional del spread legislación” .
En renta variable “seguiremos sobreponderando energía, donde vemos los fundamentos más fuertes”, dice Siaba Serrate. “Para perfiles más conservadores, que no quieran asumir gran volatilidad, pensamos que conviene mantenerse vinculado a instrumentos de menor riesgo y en este sentido sugerimos títulos corporativos o provinciales de buena calidad crediticia como Vista 2033, YPF 2034 y YPF Luz 2032 (obligaciones negociables corporativas) y Mendoza 2029/Córdoba 2032 (bonos provinciales en dólares)”.
Los dos activos elegidos por Damián Vlassich de IOL son “el GD35, dentro de la curva soberana, ya que es uno de los bonos que ofrece la mejor relación riesgo/retorno”, y la acción de YPF, ya que la petrolera argentina posee un agresivo plan de desarrollo que está llevando adelante y que le permitió reconfigurar su estructura de producción, siendo que, actualmente, más de la mitad del petróleo que genera es no convencional”.
“Consideramos que los valores actuales están lejos de descontar un escenario de crecimiento optimista, el cual se espera que comience a traducirse de forma sólida en los balances recién a partir de 2027”, razona Vlassich.
En el campo de las acciones, “las elegidas de Farro para mantener en cartera a mediano largo plazo son las empresas del sector energético, YPF, Pampa y Vista, mientras que Aluar (ALUA) y Ternium Argentina (TXAR) son alternativas para los inversores agresivos”.
Desde Balanz, Spitz remarca la necesidad de diversificación de las carteras de inversion “como concepto núcleo” pero, postula, “si tuviera que elegir papeles únicos optaría por el bono TCCDO, una emisión de deuda de Tecpetrol, ya que nos daría un rendimiento durante los próximos cinco años en torno al 7,25% anual en dólares, en una compañía con probado acceso al mercado para poder financiarse y destacado compromiso en el cumplimiento de sus obligaciones” .
En el campo de la renta variable, elige Pampa Energía: “Se destaca por su crecimiento con bajo apalancamiento siendo referente en uno de los sectores más pujantes de la Argentina, la producción de gas y petróleo no convencionales, que le permitirá diversificar su exposición al de generación eléctrica que tiene buena perspectiva en el corto plazo pero queda rezagado por el marco regulatorio”.