Fernando Sedano, de Morgan Stanley: “El inversor internacional de alguna manera quiere ver continuidad de política económica”
El director ejecutivo de ese banco de inversión para América Latina destacó en una entrevista con LA NACION que el programa de estabilización fue mucho más exitoso de lo que la mayoría de los economistas pensaban y explicó a qué están atentos los inversores extranjeros
WASHINGTON.- Fernando Sedanoes economista senior y director ejecutivo del banco de inversión Morgan Stanley para América Latina. Desde que se unió al equipo de LatAm Economics en 2015, ha cubierto la mayor parte de la región, incluyendo la Argentina, Brasil, México, Colombia, Chile, Perú y Venezuela. Estudió Economía e hizo el doctorado en Economía Aplicada en la Auburn University (Alabama), donde también obtuvo un MBA y una licenciatura en Comercio Internacional. En una extensa charla con LA NACION, destacó el programa de estabilización del Gobierno, habló sobre la marcha del plan acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y afirmó que los inversores internacionales “de alguna manera quieren ver continuidad de política económica”.
-¿Qué evaluación tiene de la marcha del programa económico del Gobierno y qué riesgos ve de acá a un futuro cercano?
-Creo que hay consenso en los economistas, en el que me incluyo, que el programa de estabilización fue mucho más exitoso de lo que la mayoría de nosotros pensábamos. Si te hubiesen dicho en noviembre de 2023 que un año y medio después la inflación iba a rondar el 2% mensual, que el tipo de cambio iba a estar flotando dentro de una banda ancha y que se ensancha, pero flotando; que se iba a hacer un ajuste fiscal de cinco puntos del PBI, que la economía iba a caer solo 1,3% en 2024 y que hoy el nivel de actividad económica iba a estar por arriba de los niveles de finales de 2023, probablemente hubiéramos dicho que era bastante improbable. Y también hubiéramos dicho que el Gobierno tenía una posición muy débil en el Congreso. Yo valoro mucho lo que se hizo en la ley bases, lo del RIGI, creo que hay que darle tiempo y es una fuente de seguridad jurídica para la inversión extranjera directa. Me parece que el RIGI da los incentivos a que suceda un aumento en la inversión extranjera directa. Nuestra visión es muy constructiva. Desde lo macro, cuando uno ve la foto de aquel diciembre de 2023 con todos los desafíos que había, por ejemplo pagos de deuda que vencían a 10 días del inicio de la nueva administración. Y se honraron, y se acumuló reservas y se pagó deuda hasta la semana pasada. Me parece que, considerando las circunstancias, insisto, desde lo macro, han hecho un trabajo formidable. Y esa es nuestra visión.
-¿Ve asimetrías en los efectos del programa económico?
-Por supuesto que no hay ningún modelo económico, macroeconómico, que en el corto plazo lleve a que todos sean ganadores. Me parece que hay una recuperación económica a nivel general cuando uno mira los números del producto, pero después cuando uno empieza a hilar fino en lo micro, obviamente que tenés sectores que están abajo del agua y otros que están con la cabeza afuera del agua. Y el PBI es una suerte de promedio general. Hay realidades de todo tipo. El impacto de esas medidas difíciles, y creo que esto es importante resaltar, desde lo que se llama el ratio de sacrificio desde el punto de vista de la actividad económica, es mucho menor a lo que todos esperábamos. ¿Quién esperaba una caída del PBI de 1,3 puntos el año pasado? Nadie. Considerando la enormidad y la complejidad de los problemas macro que se enfrentaban es que yo creo que es muy difícil no tener una visión constructiva.
-¿Qué opina sobre el tipo de cambio, que estos días se movió hacia el techo de la banda?
-Me parece que el tipo de cambio sugiere, dado los números de las cuentas externas, que tal vez el peso esté fuerte. Cuando uno mira los datos de turismo, se acercan a los niveles donde históricamente el tipo de cambio real multilateral estaba relativamente apreciado, pero tampoco creo que eso sea un problema. Primero porque hoy el tipo de cambio flota. Entonces no es hoy una política pública tener una moneda fuerte. No, hoy flota. Veremos qué pasa ahora, pero creo que el programa está bastante bien diseñado.
-¿Preocupa el déficit externo de US$5190 millones del primer trimestre y la posibilidad de que se sostenga en el tiempo?
-Hay que ver cuál es la definición de “sostenerlo en el tiempo”. Digo, no creo que la Argentina, con la situación de reservas internacionales que tiene, se pueda dar el lujo de tener déficit de cuenta corriente por algunos años y en el equivalente a cuatro o cinco puntos del producto. Ahora, yo creo que dos puntos del producto de déficit de cuenta corriente en 2025, estás hablando de un poco más de US$15.000 millones. Bueno, el FMI ya te dio 12.000 millones, probablemente te de 3000 millones más. Las corporaciones están emitiendo deuda, están los Bontes, está el Repo, ya está financiado. O sea, este año está cubierto. Y el déficit de cuenta corriente eventualmente será de 2 a 2,5% del producto. A nosotros nos da 2,2, pero con un superávit en la cuenta financiera de 2,7. Lo cual todavía habría, a pesar de pagar deuda, una pequeña acumulación de reservas. Y el tipo de cambio flota. Ahora, ¿qué me gustaría ver? Porque claramente no todo es perfecto, no todo es positivo. El déficit de servicios es algo para mirar. Hay una secuencia siempre en política económica que hay que considerar. La secuencia dice que este año el déficit de cuenta corriente, que es moderado, está siendo financiado con la cuenta financiera. Dentro de la cuenta financiera de la balanza de pagos a los economistas hay cosas que nos gustan más o menos. A mí me gusta más la inversión extranjera directa, porque es un financiamiento más sostenible que lo que estamos viendo este año. Pero es lo que hay este año. Vos no haces el RIGI y al minuto las grandes multinacionales dicen “vamos a la Argentina”. Las multinacionales miran muchísimas cosas, incluida la cuestión política, las elecciones de medio término, cuán sostenible es este nuevo programa macroeconómico, para realmente hacer una inversión extranjera directa. No pasa de la noche a la mañana. Entonces no está tan mal que en el corto plazo, o un poco en el mediano, vos te financies como lo estás haciendo, porque encima hay una parte que tampoco me parece que se debate mucho, que es cuando vos tenés superávit fiscal, como se tiene, el Tesoro fue recomprando deuda que estaba en manos del Banco Central y no es verdad que la deuda aumentó. Al contrario cuando mirás Tesoro y Banco Central. Me parece que el camino recorrido es importante y que si hay desbalances que se puedan ir formando, cuando vos tenés un tipo de cambio que flota en una banda como la actual, ahí tenés eventualmente una posibilidad de ajustar cuentas externas. No es tan grave como si fuese un tipo de cambio rígido y el Central estuviera vendiendo reservas.
-¿Hay inquietud por la indefinición del FMI sobre la primera revisión del acuerdo y que se demore la entrega de los US$2000 millones pautados para esta etapa del programa, sobre todo a raíz de de que la Argentina no cumplió con la meta de reservas?
-A mí me da que al 13 de junio, que era la fecha corte, la Argentina estaba US$2800 millones abajo de la meta. Pero posterior a eso el Gobierno anunció una serie de medidas donde demuestra voluntad de incrementar las reservas, no a través de compras del Central, pero sí a través de esta emisión de bontes que se suscriben en dólares, sí a través de estos block trades que hará el Tesoro, con lo cual cumplen con la promesa de no intervenir el tipo de cambio a través del Banco Central, pero sí buscar otros métodos por el momento de acumulación de reservas. Creo que con eso la Argentina va a tener un waiver del FMI respecto no haber cumplido con esta meta. ¿Por qué? Porque el FMI mira varias cosas. Primero, cómo estás con las otras métricas. Y la métrica más importante, y el FMI lo sabe, es la parte fiscal. ¿Cuándo la Argentina le había entregado eso? Y también mira si estás tratando de corregir lo que no entregaste. ¿Estás haciendo esfuerzos para llegar a cumplir con las métricas de la próxima meta de septiembre? Nuestro escenario base supone que el programa sigue en pie.
-¿Le sorprenden tantos elogios del FMI al programa económico argentino?
-No. Lo fiscal es fuerte. La política fiscal de esta administración es algo que el FMI aprecia. Yo creo que al FMI lo que le falta es “mostrarme que querés hacer algo más con reservas”.
-¿Al inversor internacional le inquieta el clima electoral?
-El inversor internacional de alguna manera quiere ver continuidad de política económica. O sea, la Argentina tiene un superávit fiscal y con eso paga intereses y la economía recupera y tenés cierta estabilidad, y el tipo de cambio flota. Es lo que los inversores internacionales ponderan, porque funciona bien, sobre todo en el mediano y largo plazo. Entonces, cualquier ruido o cualquier duda respecto de la continuidad de política económica va a traer dudas al mercado, y podés tener cambios en los precios de los activos en base a cómo el mercado lea los resultados de octubre. Entonces, si el mercado cree que el gobierno actual y las políticas corrientes tienen más camino por recorrer, hay policy continuity, es muy probable que los activos reaccionen positivamente a esa novedad.
-¿Generó ruido en los inversores la votación en el Senado que avaló una recomposición en las jubilaciones, entre otras medidas?
-Hubo preguntas, ¿qué significa, qué costo fiscal tiene? ¿Qué significa esto para para el programa en general y cómo impacta en la visión del FMI ? ¿Cómo son los próximos pasos? Es muy difícil también contestar exactamente qué es lo que va a pasar. La gente también es inteligente del otro lado y sabe que la historia sigue. Entonces, la pregunta es, “eventualmente, si un veto es derrumbado en el Congreso, ¿qué costo fiscal tendría?”. Y ahí hay que hilar fino. Primero, hay que ver cuándo sucedería esto. Y segundo, hay que ver el impacto fiscal que tendría este año. Ya estamos en julio.
-¿Cuánta importancia le da a que el Gobierno gane músculo en las elecciones para avanzar en las reformas fiscal, previsional e impositiva?
-Es importante porque se ha hecho mucho desde el punto de vista de la desregulación de los mercados a nivel micro. Pero desde afuera el inversor extranjero internacional lo que quiere es una vez más, fijate que te repito lo mismo, la sostenibilidad de un sistema. Entonces, aprobar reformas, vía Congreso, le dan a los cambios una suerte de noción de sustentabilidad mucho mayor que decretos o resoluciones ministeriales. Es relevante. Siempre hay una secuencia, los inversores no preguntan mucho de este tema, pero van a empezar a preguntar sobre las elecciones y qué significa. Eventualmente, esta administración también necesitará negociar para aprobar estas reformas en el Congreso después del 10 de diciembre.
-¿Cuánto le afecta a la Argentina el marco internacional, con un crecimiento que se desacelera y la guerra tarifaria?
-Le pega, obviamente, a todos los países. Mayor crecimiento global es bueno, menor crecimiento global es malo. Lo de las tarifas pega, por ejemplo en México la inversión, que está fuertemente asociada a la relación comercial con Estados Unidos, está en un compás de espera. La incertidumbre impacta negativamente en la inversión y en la actividad económica. Viajo seguido a Monterrey, donde estás a un par de horas de camión de la frontera con Estados Unidos, ahí las cosas se han frenado bastante. Ahora, ¿qué hay de diferente para la Argentina respecto de esto? Y bueno, veremos qué pasa entre Estados Unidos y Brasil, cómo impacta la economía brasileña. Uno como economista mira dónde está la tasa de interés en Brasil, y mira el tipo de cambio, entonces hay que ver cómo impactan estas cuestiones en el tipo de cambio y cómo reacciona el Banco Central de Brasil. Si tiene que salir a defender el tipo de cambio con tasa alta por mucho tiempo, eso es malo para la actividad económica. Entonces, malo para cierta parte de la actividad económica en la Argentina que está ligada con la actividad económica brasileña. Por ejemplo, producción de autos. De todas maneras, creo que en líneas generales y en lo relativo (a otros países) Argentina se ve menos afectada que otros en esta suerte de guerra comercial.
Por Guillermo Idiart