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 La Nación - Economía

YPF: tras un mes de alta volatilidad mediática, cerró anoche el canje de su deuda y logró alejarse del default

Anoche finalmente YPF cerró el canje de su deuda con más del 60% de adhesión para el bono que vencía en marzo, y que era el que más apuro tenía para refinanciar, por la normativa del Banco Central que la obligaba a reestructurar otra vez ese título, solo siete meses después de haberlo hecho y afectando negativamente el historial crediticio de la compañía. El objetivo: cuidar las escasas reservas de la entidad monetaria.

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Consiguió la adhesión de más del 65% de los que tenían el título que vencía en marzo; su historial crediticio quedó dañado, tras reestructurar un bono ya refinanciado menos de un año atrás Fuente: Archivo

Anoche finalmente YPF cerró el canje de su deuda con más del 60% de adhesión para el bono que vencía en marzo, y que era el que más apuro tenía para refinanciar, por la normativa del Banco Central que la obligaba a reestructurar otra vez ese título, solo siete meses después de haberlo hecho y afectando negativamente el historial crediticio de la compañía. El objetivo: cuidar las escasas reservas de la entidad monetaria.

De esta forma, la empresa cierra un mes de alta volatilidad mediática, que comenzó con el sorpresivo anuncio de reestructuración de toda su deuda privada bajo legislación extranjera (alrededor de US$6200 millones), cuando solo tenía necesidad de refinanciar el vencimiento de US$413 millones de fines de marzo.

La primera oferta que realizó YPF fue vista por el mercado financiero como una injerencia más del poder político en el manejo de la petrolera, ya que tenía características muy similares a las reestructuraciones que llevaron adelante el año pasado el Estado nacional y las provincias, diseñadas por el Ministerio de Economía.

En el medio, el presidente de la petrolera, Guillermo Nielsen, anunció que dejaba su cargo y que era reemplazado por Pablo González, exvicegobernador de Santa Cruz y un hombre cercano al kirchnerismo duro. Además, se corrió el rumor de que el Gobierno pensaba estatizar el 49% de las acciones que están en manos de inversores privados, hasta que el ministro Martín Guzmán lo desmintió.

Todo esto repercutió en la cotización de las acciones de la empresa en Wall Street, con días de subas de hasta 8% y caídas igualmente pronunciadas. Ayer, el precio bajó 3,42% y cerró a US$4,52, un valor similar al que tenía cuando comenzó el proceso de deuda.

El domingo a la noche, YPF aceptó desembolsar más dinero en efectivo para el bono de corto plazo y realizó una propuesta similar a la que pedían los fondos duros, como Fidelity y BlackRock, que tenían el 45% de la tenencia. Lo hizo luego de que el viernes pasado, cuando cerraba originalmente el plazo, solo el 15% de los acreedores de ese título habían ingresado al canje.

En la madrugada del lunes, el comité que representa a los fondos institucionales comunicó que habían aceptado la oferta, pero criticaron el proceso de negociación de YPF, al que calificaron de "hostil" y de "oportunista" por querer incluir en la reestructuración toda su deuda, sin que hubiera habido necesidad. YPF no tenía vencimientos importantes de deuda en el exterior este año, ni en 2022 ni en 2023, excepto por el vencimiento de marzo.

Con el resto de los seis bonos de largo plazo que YPF estaba reestructurando y que suman unos US$5800 millones, se espera que haya habido una baja adhesión al canje.

Ayer, el Banco Central le giró las divisas a la petrolera para que cumpla con la entrega de los nuevos bonos. Por restricción de la propia entidad, solo le podía vender a YPF US$165 millones en el mercado de cambios, cifra que representa el 40% del monto que vence en marzo.

La disposición del Central salió publicada en septiembre pasado, solo dos meses después de que YPF refinanciara su bono 2021, que tenía un vencimiento original en marzo por US$1000 millones. En ese entonces, la petrolera consiguió el 58,4% de adhesión, muy cercano al 60% que exigiría el Banco Central unas semanas después, cuando obligó a las empresas que tenían vencimientos mensuales mayores al millón de dólares a reestructurar esas deudas.

Hasta diciembre pasado, la petrolera pensaba que no debía refinanciar su bono, pero en enero tuvo que diseñar un canje en tiempo récord. Es curioso que un gobierno que critica al anterior por no haber coordinado acciones con YPF para beneficiarla, no le haya anticipado que esperara un mes para reestructurar su deuda, para evitar hacerlo dos veces en menos de un año. La normativa del Central vence además el 30 de marzo. YPF quedó alcanzada porque su bono reestructurado en julio pasado vencía el 23, una semana antes.