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 Clarín - Economía

Para los economistas, habrá acuerdo por la deuda pese a la tensión de las últimas horas. Diputados avanza mañana con dos leyes clave: ampliación del Presupuesto y canje de la deuda local

Los analistas le dan baja credibilidad a los anuncios del Gobierno del domingo, cuando dejó trascender que estaba dispuesto dar por terminadas las conversaciones.

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Para los analistas el ministro Martín Guzmán cerrará el acuerdo por la deuda pese a las tensiones de última hora.

Anoche, el Gobierno dejó trascender que no estaba dispuesto a prorrogar una vez más los tiempos para negociar la deuda con los acreedores. El plazo se vence mañana martes y el aval de los bonistas es escaso: apenas el 35% aceptó la oferta argentina. Pese a la tensión, los analistas insisten en que el acuerdo está encaminado y creen que la jugada del Gobierno es más política que financiera.

En la última oferta presentada por Argentina se acortaron mucho las distancias con los acreedores. La propuesta del ministro Martín Guzmán llevó la oferta a US$ 53,5, muy por encima de los US$ 40 en los que había arrancado. La pretensión de los bonistas es que se extienda US$ 56,5 y que el Gobierno introduzca cambios legales en la letra chica de la propuesta.

Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, apunta que “lo que el Gobierno está tratando de encontrar es una salida política, desde el punto de vista económico el acuerdo ya estaba prácticamente cerrado".

"Este es un acuerdo que les sale carísimo políticamente hablando, pero a nivel económico es un buen acuerdo. La diferencia entre ambas propuestas es de solo 3 dólares, no es significativa. Es un tema político, porque el Gobierno empezó con la negociación buscando sentar un precedente. Y lo que pasó es que hizo cuatro ofertas y tuvo que ceder en todas. Eso fue un fracaso grande porque se generó un desgaste en la negociación y con la figura de Guzmán", señala Caamaño.

"Lo peligroso de esto es que el Gobierno coquetea con la salida de no arreglar, que le saldría muy caro al país y políticamente sería desastroso", remarca el economista. "Lo más lógico sería que hoy mismo lo cierren, porque extender el plazo de la negociación un mes más con solo tres dólares de diferencia es bastante poco racional. Aunque está claro que es preferible la extensión que optar por no cerrar".

"Es posible cerrar si mejoran el tema legal y les mejoran la oferta dólar y medio o un poco más. Los acreedores también cedieron, pero como el Gobierno se puso tan extremo de entrada fue una negociación larga y tediosa para todos. Quiero pensar que esto no es más que un coqueteo y la racionalidad se va a imponer por sí misma", resume.

También Jorge Neyro, de ACM, cree que habrá acuerdo. "Los anuncios del Gobierno pueden ser un método de negociación para ver si hay algún tipo de flexibilización de parte de los fondos, pero no sé si resulta creíble esta postura".

"Hasta ahora nadie se levantó de la mesa, esto quiere decir que los incentivos existen para seguir negociando o para extender la oferta. La amenaza del Gobierno no se puede descartar del todo y las cosas pueden cambiar muy rápidamente, pero los incentivos hasta ahora no están alineados para que ocurra eso", insiste Neyro.

Neyro remarca que "el precio de los bonos y las expectativas indican que en algún momento Argentina va a acordar. Las cartas ya están casi todas jugadas. Hay que decidir si cantar vale 4 o irse al mazo. Mi sensación es que van a extender el plazo de la negociación".

Para Luciano Cohan, de Seido Consultora, "el Gobierno está jugando su carta para tratar de tener una última victoria que no lo deje parado como que cedió ante los acreedores. La diferencia es demasiado chiquita como para que haya atrás algún trasfondo económico. No me resulta una amenaza creíble. La estrategia hasta ahora resulta errática, al final del día es difícil entender cuánto hay de impericia y cuánto de ideologización".

Cohan resalta que "con la quita que se está consiguiendo en valor presente y lo que se fue pagando a lo largo del año podría haberse conseguido este mismo acuerdo de forma amigable, sin necesidad de quemar las naves".

"Racionalmente sería absurdo que el acuerdo se caiga ahora. Viendo cómo se están moviendo las acciones y los bonos no da la sensación de que el mercado está comprando la idea de que el acuerdo se cayó. Y por otro lado, sería muy raro que el final de una negociación de estas características no sea con alta tensión", dice Cohan.

Diputados avanza mañana con dos leyes clave: ampliación del Presupuesto y canje de la deuda local

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Diputados avanza mañana con dos leyes clave: ampliación del Presupuesto y canje de la deuda local

Se espera otra semana intensa en la Cámara de Diputados. Si bien aún no se envió la citación formal, se da por descontado que mañana la cámara que preside Sergio Massa volverá a sesionar para avanzar con dos leyes de envergadura. Por un lado, laampliación del Presupuesto 2020. Por otro, el canje de la deuda local, que ya cuenta con media sanción en el Senado.

Al filo del vencimiento de la prórroga del protocolo de las sesiones virtuales, el oficialismo, pese a haber sesionado de manera atípica el viernes pasado, ya da por descontado que mañana volverá a hacerlo lo mismo para avanzar con el proyecto de ley que busca reestructurar los bonos y letras en dólares que emitidos bajo legislación argentina que ronda los u$s 46.000 millones. De ellos, u$s 25.300 millones están en manos de privados mientras que los u$s 20.700 millones restantes, en manos del sector público.

A cambio, se ofrecerán cinco bonos en dólares y dos en pesos, ajustados por el coeficiente de estabilización de referencia (CER) más un interés adicional (Boncer), con vencimientos mucho más largos: entre 2030 y 2041, para los nominados en moneda extranjera, y de 2026 y 2028 para los de moneda local. En tanto, para todos los bonos, los intereses se empiezan a pagar no antes de 2025.

Por otra parte, la Cámara baja también se apresta a darle media sanción a la ampliación del Presupuesto 2020, del que se desprende que el Poder Ejecutivo gastará $ 1,8 billones más durante el segundo semestre del año, los que se añadirán a los $ 5,5 billones ya aprobados del actual Presupuesto. Buena parte del monto, si recibe el visto bueno del Congreso, será destinado a los distintos programas de ayuda social desplegados por el Ejecutivo en el marco de la pandemia de Covid-19.

Las palabras del actual presidente aparecen grabadas en una recordada entrevista previa a las PASO, instancia en la que obtuvo una abultada diferencia respecto a Mauricio Macri.

Sobre este punto, el oficialismo, tras establecer una serie de negociaciones con las bancadas opositoras, accedió a conceder $ 9.500 millones este año para subsidiar el transporte del interior. La concesión fue luego de los planteos a los subsidios que el AMBA recibe por parte del Estado Nacional para ese mismo rubro.

En tanto, el Frente de Todos optó por mantener en el texto otros dos ítems que también habían sido cuestionados por la oposición. Por un lado, lo relacionado con el denominado lechegate, que propone eliminar el beneficio que corre para ciertos tipos de leches, que están eximidas del pago de IVA. Si el texto se sanciona, comenzarán a pagar el 10,5%.

Otro de los ítems que el Frente de Todo dejó intacto en el texto con el que pretende avanzar mañana tiene que ver con la dolarización de la deuda en pesos. Sobre este punto, incluso el exministro de Economía Roberto Lavagna salió a señalar que “es un error grave y una anormalidad”.

“Las economías en desarrollo con amplios desequilibrios económicos y sociales, como la nuestra, renegocian sus deudas tratando de reducir la parte emitida en monedas duras y aumentar la emitida en moneda local”, explicó Lavagna, para luego advertir: “Insólitamente, al crear canales para pasar de deuda en moneda local a deuda en dólares, se está proponiendo lo contrario, lo cual va a resultar a la larga en un costo mayor para nuestro Estado y para todos nosotros”.

Esta semana también será clave por otro asunto: el viernes vence -una vez más- el protocolo que habilita las sesiones virtuales. Esto implica que los jefes de bloque deberán acordar una nueva prórroga. Si bien aún esa reunión que deberá coordinar Massa no tiene fecha, Juntos por el Cambio ya le anticipó a El Cronista que no quiere avalar una nueva extensión de ese protocolo. 

¿El motivo? La reforma judicial.

El objetivo de la bancada que lidera Mario Negri es que el proyecto que el Ejecutivo envió al Senado la semana pasada (y sobre la que mañana expondrá la ministra Marcela Losardo ante las comisiones de Justicia y Asuntos Penales y de Asuntos Constitucionales), no pueda ser debatida de manera virtual.

Tarea difícil para Massa. Deberá acercar posiciones para que la Cámara que preside no quede paralizada hasta el arribo de la "nueva normalidad", en el que las sesiones vuelvan a ser presenciales.